Luego que este medio reveló el plan del macrismo para arrasar con la distribución de películas argentinas independientes, se conoció la resolución en el Boletín Oficial que consuma esta nueva afrenta contra la cultura.

Sobre el filo del cierre de la semana pasada el Ejecutivo dispuso la modificación de la Resolución 981/2013 que dispone un apoyo a la distribución de cine nacional independiente. El Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y su actual conducción, que se va con el macrismo en diciembre, reemplazó la mecánica de fomento con un nuevo mecanismo que garantiza al INCAA el no desembolso de partidas destinadas con ese fin.

Desde la Cámara Argentina de Distribuidores Independientes Cinematográficos (CADICINE) adelantaron que «no habrá más estrenos de cine independientes a partir del 1 de enero de 2020».

Mediante un duro comunicado, la entidad que nuclea a los empresarios del sector confirmaron el cese de su actividad de distribución de cine nacional en el primer día del próximo año.

Según manifestaron, las modificaciones introducidas por la nueva normativa «van en contra del espíritu de la Resolución 981 y de la Ley de Cine», puesto que eliminan la figura de distribuidor como agente clave para el desarrollo de la industria cinematográfica. Algo que existe en todo el mundo y el gobierno de Mauricio Macri se encargó de erradicar de nuestro país.

Tal como se explica en la gacetilla conocida hoy, «en su origen la Resolución 981/2014 reconoce la necesidad de brindar in premio incentivo para que las empresas distribuidoras independientes puedan continuar con su actividad en un escenario adverso donde la taquilla resulta insuficiente para sostener la labor de cada lanzamiento».

Ralph Hayek, director del INCAA y ejecutor de la destrucción del Cine Nacional Independiente

Así, a pocos meses de abandonar el gobierno, los recortes que impulsa Cambiemos también le llegaron a la industria cinematográfica, que en pocos meses desaparecerá en su formato independiente, privando a cientos de miles de argentinos de una expresión cultural irremplazable.

La firma que sella la suerte de los trabajadores del Cine Nacional y de los empresarios distribuidores no es otra que la del inefable Ralph Hayek, actual presidente del INCAA y responsable directo del vaciamiento del organismo.

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