El fiscal ante la Cámara Federal porteña Germán Moldes, ferviente perseguido de funcionarios del gobierno anterior, y en particular de la expresidenta Cristina Kirchner, presentó su renuncia, que regirá a partir del 1 de noviembre, para acogerse al régimen jubilatorio. No sorprende, pese a los motivos esgrimidos, que ante una muy probable salida del macrismo y el regreso de un gobierno de corte popular, Moldes decida alejarse definitivamente del Poder Judicial.
Según fuentes judiciales el fiscal adujo problemas de salud que lo llevaron a tomar esa decisión, presentará ante la Procuración General de la Nación.
En ese sentido, Moldes había sostenido en varias ocasiones que si le quitan los fueros de senadora nacional a Cristina Kirchner deber ser «inmediatamente detenida, porque es jefa de una asociación ilícita», en referencia a la causa de los cuadernos que investiga el presunto pago de sobornos en la obra pública y que tiene procesados a la ex presidenta, a varios de sus ex funcionarios y a empresarios.
Durante los últimos meses hubo cuestionamientos de parte de la ex mandataria nacional y candidata a vicepresidenta por el frente de Todos y por parte de su abogado, Carlos Beraldi, por algunos fallos y declaraciones.
Beraldi había afirmado que la decisión del fiscal de pedir la inmediata detención de su defendida apunta a una estrategia para «mantener una noticia en la primera plana de los diarios».
«Esto es parte de una estrategia que venimos marcando desde el principio y es mantener una noticia en la primera plana de los diarios, que sea el tema que se discuta en vez de preocuparnos por otros problemas que son realmente muy graves para la comunidad, la situación económica y otros problemas sociales», indicó el letrado.
«Hay declaraciones enmarañadas y direccionadas con el único propósito de justificar lo injustificable, que es un pedido de detención de la ex presidenta», continuó el abogado e insistió en que el empresario periodístico Jorge Fontevecchia, «dice claramente» en una entrevista que desde el juzgado de Claudio Bonadio se direccionan declaraciones de arrepentidos.
Señaló que «desataron una enorme expectativa en la gente, que obviamente merece que se investigue si hubo hechos de corrupción, pero aplicaron los perores métodos, medievales, como la tortura y el amedrentamiento».
«Estamos en un panorama muy complejo y por eso nos pareció correcto que Fontevecchia explique ante la Cámara lo que dijo públicamente, porque él es una persona seria, no como otros que después dicen que era un chiste», subrayó.