Con un insólito nivel de cinismo, el encargado de reducir el Estado a su mínima expresión, Andrés Ibarra reconoció que «la gente se va a dar cuenta de que hay un camino de sacrificio, que para mucha gente es una cagada, que le significa un esfuerzo tremendo, pero no hay ninguna duda de que es el camino de salida», aseguró el ministro de Modernización.
En una entrevista que le realizó La Nación, el funcionario analizó que: «La gente está adelante de los dirigentes». «Sufre, obviamente, hay medidas que son durísimas, pero creo que si somos capaces de seguir demostrando que estamos trabajando de verdad y con la verdad para los argentinos, la gente se banca quizá no pasarla tan bien, pero sabiendo que esto es mejor para el futuro».
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Por otro lado, Ibarra acusó a los gobernadores por no querer hacer el ajuste pedido por Nación y no estar a la altura de este siglo. «Será un dirigente que no estará a la altura del siglo XXI». «Si algún dirigente no quiere abordar el tema del empleo público y no maneja las cuentas con austeridad para bajar el gasto corriente y aumentar la inversión, no es responsable. Todas las crisis fueron por tener una Argentina no sustentable y vulnerable», señaló el ministro.
A modo de justificativo y retomando el ya cansado latiguillo PRO, Ibarra sostuvo que «nos recontra hacemos cargo de lo que estamos haciendo. La herencia es una descripción inicial para mostrar las vulnerabilidades de origen. Estamos atacando el problema de fondo y en eso está también que el Presidente llame a la responsabilidad de todos los dirigentes. Cuando el presidente evangeliza sobre el tema déficit fiscal es porque es un problema de fondo de la Argentina», agregó.