Al parecer, el cerco mediático que blinda al gobierno comienza a peder fuerzas. Eso, o el mismo gobierno envía a sus emisarios mediáticos a hacer el trabajo sucio para ahorrarse un mal momento.
En cualquiera de los dos casos, esta semana sorprendieron dos ultraoficialistas al pedir la renuncia del ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren.
Fueron las espadas de dos medios afines al macrismo, Eduardo Feinmann de América y Alfredo Leuco del Grupo Clarín.
Fue tras las poco felices declaraciones del ministro del tarifazo, quien reconoció que tiene sus ahorros fuera del país, por falta de confianza en la Argentina. «El que se quema con leche ve una vaca y llorá», argumentó el ministro y le salieron a la yugular.
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