En una jugada más del marketing PRO, Mauricio Macri habilitó desde la Casa Rosada el trámite legislativo sobre el aborto legal ante la multiplicidad de proyectos existentes sobre la despenalización del aborto en el país, pero este lunes las esperanzas se diluyeron entre quienes suponían que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se debatíría en el Congreso.

Sucede que en medio de una catarata de denuncias por corrupción, falta de declaración de cuentas offshore y de dinero presuntamente mal habido, la rosada necesitaba dar una señal y distraer la atención de la sociedad. Como de costumbre, los genios del marketing de Cambiemos lograron el objetivo.

Ayer, el Presidente encabezó una reunión en la quinta presidencial de Olivos y hasta allí fueron los diputados y senadores nacionales por Cambiemos, que compartieron café, té y masas con la vicepresidenta Gabriela Michetti, Marcos Peña y Rogelio Frigerio, entre otros.

En ese marco, el titular del interbloque oficialista en la Cámara baja, Mario Negri, descartó de manera tajante que sus integrantes pudieran dar quórum en caso de que se pida el tratamiento especial de esa iniciativa el próximo 8 de marzo.

«Hasta ahora no hay ningún pedido de sesiones. Si hay pedido de sesión especial no vamos a dar quórum a eso (sic)», disparó. Sin embargo, apeló al viejo truco de las comisiones, al agregar que van «a profundizar el debate por el camino normal que corresponde, que son las comisiones».

También participaron del encuentro el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, y el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, jefe del eyectado Valentín Díaz Gilligan, que omitió declarar 1,2 millones de dólares en una cuenta radicada en Andorra y que fue el detonante que llevó al gobierno a buscar en la discusión del aborto una válvula de escaper para correr el eje de la discusión.

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