Luego de las polémicas declaraciones de la gobernadora María Eugenia Vidal, quien salió públicamente a afirmar que «no es verdad que a las pymes de manera generalizada les esté yendo mal». Una afirmación que revela o un profundo desconocimiento de la realidad del sector más productivo o una mentira deliberada sumada a un desinterés absoluto por este vasto sector productivo.
Portal de Noticias consultó al secretario de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), Juan José Sisca sobre las afirmaciones de la gobernadora y dirigente reveló una realidad muy diferente a la que nos quiere vender el macrismo.«Las Pymes estamos pasando un periodo muy difícil a partir de la puesta en marcha de un modelo económico que no nos contiene», explicó.
Sisca se refirere a medidas concretas que se han tomado en estos últimos tiempos como: el aumento del dólar, que se refleja rápidamente en los precios, como pasó a principios de 2016 y ocurre en estos también en estos días (en los últimos dos meses hubo un aumento de alrededor del 9 % de dólar). Los despidos y la caída del poder de compra de la población, que se traducen en la baja del mercado interno, fuente de ingresos de las Pymes. A esto se suma la apertura de la economía: el ingreso de productos importados afecta a rubros completos de la industria, como las industrias textil, del calzado, gráfica e impresiones, muebles, línea blanca y otras. A eso se suma el aumento de tarifas, como luz y gas, que han sido muy fuertes, especialmente en el interior del país. Esto hace que las Pymes, que generan el 80% del empleo y constituyen el 99% de las empresas se vean terriblemente perjudicadas.
Según explicó Sisca, «En 2015, según el INDEC, se cerraron más de 5.000 empresas, de las cuales unas 4.500 tenían menos de 10 empleados. Esto da un panorama de la actividad de las Pymes muy difícil de sortear, que lamentablemente no se revierte.
«Esta situación lleva al pedido de que se considere la emergencia Pyme con medidas concretas para que el sector pueda seguir subsistiendo. En suma las Pymes no están entre los pocos sectores que han sido beneficiados por la actual política económica, muy acotados en cantidad de empresas y de empleo», aseguró el dirigente.
Consultado sobre sí las medidas que reclama la entidad acerca de la declaración de la Emergencia Mipyme, podría revertirse esta situación, el empresario sostuvo que «Hay dos maneras de que cambie el rumbo de las políticas económicas. Una, la que nos compete a las entidades gremiales empresarias, es señalar dificultades y presentar propuestas. Desde APYME lo hemos hecho siempre, incluso en épocas como en los 80 y los 90: estar en la calle y demostrar que con la fuerza de la gente se pueden modificar algunas cosas. En el tiempo reciente, se demostró con el tema del 2 x 1, o respecto de las subas de tarifas, en que hubo algún traspié del gobierno nacional. Y la otra, es el voto en octubre», explicó.
El gobierno que encabeza el Ing. Macri cree que las cosas van bien. Es muy probable que a los sectores para los que gobierna las cosas les vayan bien. Las agroexportadoras, la minería, el sistema financiero, las empresas de energía, ciertamente han sido favorecidos y han crecido. A esos sectores, más que brotes verdes ya les han crecido los árboles. En cuanto a los demás, salvo minerales no metálicos y la exportación de utilitarios, en mayo se cumplieron veinte meses de caída consecutiva de la actividad industrial, que es la que produce la mayoría de los empleos.
Juan José Sisca es un importante referente rosarino, que viene, entre otras cosas, resistiendo los embates de la política macrista en el marco de las multisectoriales contra el tarifazo.
«Rosario y el Gran Rosario, cuando hay mercado interno y por lo tanto hay actividad industrial, las empresas locales y las Pymes crecen rápidamente y se multiplican; pero también son las primeras en caer cuando hay una política económica de desindustrialización».
«Es lo que ha pasado en esta zona. Aquí se fabrica el 70% la línea blanca (heladeras, lavarropas, etc.) del país. Ahora con la importación de lavarropas de Turquía, heladeras de Brasil, etc., este sector entró en grave crisis y suspendió a más de 1.000 trabajadores», explicó a este medio revelando una situación invisibilizada por los grandes grupos concentrados de la información.
También esto ocurre en el sector del calzado, por ejemplo. En una ciudad a 40 km de Rosario hay 35 fábricas de zapatos, con sus actividades asociadas, se movilizaron unas 6.000 personas, porque se está transformando en un pueblo fantasma a causa de la caída de las ventas en el mercado interno y la importación, que se ha duplicado en este último tiempo. Más al norte, mientras importamos leche, Sancor está en una grave crisis porque a los tamberos les pagan muy poco por la producción, mientras que a al consumidor llega a precios excesivos.
Aquí se habían instalado varios frigoríficos modelo de cerdo y había crecido mucho el consumo per cápita de carne de cerdo, pero abrieron las importaciones y se están comiendo cortes de cerdo de Dinamarca, aparte de una cantidad muy importante que llega de Brasil.
Además a todo lo descrito sumó la situación que atraviesa la industria del mueble en la zona de Cañada de Gómez, Correa, Casilda. «Las causas son las mismas: la importación, la caída en las ventas, los tarifazos, todo lo cual conforma un cóctel explosivo que está haciendo estragos en la actividad industrial de la provincia. Solamente mejoraron algo sectores vinculados a maquinaria agrícola, y un poco la obra pública, que estaba detenida», concluyó.