La Oficina Anticorrupción en vez de investigar a los funcionarios que puedan cometer delitos, les recomienda cómo esconder sus vínculos con el mundo empresario.
La ultra macrista Laura Alonso se las ingenia para encubrir el polémico accionar de uno de los Ministros más cuestionados. Desde un primer momento se señaló la incompatibilidad de Aranguren con su cargo y las acciones que posee de Shell.
«no hay incompatibilidad o un conflicto de intereses por haber trabajado antes en una compañía privada y ahora en el sector público», l. alonso.
Aunque para la titular del organismo no existe una normativa que impida dicha cuestión. El propio Aranguren facilitó que la empresa petrolera obtuviera varias licitaciones bajo su gestión.
Es por eso que Alonso remarca que no existe incompatibilidad, pero sí recomendó que el funcionario se desprende de las acciones. Aunque subrayó que el titular de Energía “no tiene obligación legal” de hacerlo. Según la ley 25.188 «no se establece un impedimento para acceder al cargo público derivado de una actividad privada que, hasta el momento de su designación, hubiera desarrollado el postulante».
Desde el organismo se le recomendó al ministro de Energía, Juan José Aranguren, que «se desprenda del patrimonio accionario de la compañía Shell o tome alguna medida como constituir un fideicomiso ciego».
«Se le dice enfáticamente al ministro, y esto es un dictamen testigo que debe ser leído por todos los funcionarios, que cada vez que se presente un asunto en el cual esté vinculada la compañía Shell, se excuse inmediatamente, tiene prohibido intervenir, y eleve esa situación al presidente de la Nación, quien es que tiene que designar al funcionario que tome cartas en el asunto», recalcó Alonso.
El dictamen estableció «que no hay incompatibilidad o un conflicto de intereses por haber trabajado (Aranguren) antes en una compañía privada y ahora en el sector público», agregó Alonso.
La titular de la OA manifestó que Aranguren fue «notificado el viernes» y al ser un «dictamen es largo, es razonable que se tome su tiempo para leerlo y tomar una decisión».
El problema aparece cuando en la misma gestión el Estado celebra contratos millonarios con Shell. Sin embargo, la implacable Alonso solo recomienda cómo ser más prolijos, en vez de luchar contra la corrupción.