Bajo el título de “Perspectivas de la Agricultura Familiar en la actual coyuntura económica”, la cátedra Libre de Estudios Agrarios Ing. Agr. Horacio Giberti realizó su VI Jornada en el Centro cultural de la Cooperación Floreal Gorini.
Del encuentro participaron representantes de organizaciones representativas de la pequeña agricultura de distintos lugares del país. El primer panel estuvo compuesto por las entidades del agro extrapampeano, con Jorge Ñancucheo, presidente de la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA), integrante del Consejo Nacional de la Agricultura Familiar; Miguel Ángel González, presidente de la Cooperativa Río Paraná de Oberá Misiones (productora de la yerba Titrayju), integrante del Movimiento Agrario Misionero; Alexis Rodríguez, de Federación de Cooperativas Apícolas (FECOAPI); Benigno López, del Frente Nacional Campesino, Formosa; Deolinda Carrizo, dirigente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero Vía Campesina MOCASE – MNCI. La mesa contó con la coordinación de Mabel Manzanal.
El encuentro estuvo marcado por el rechazo a la creciente transferencia de recursos hacia los grandes terratenientes
La segunda mesa se abocó a analizar y plantear propuestas para la región pampeana, aunque no en forma excluyente. La integraron Omar Príncipe, presidente de la Federación Agraria Argentina FAA; el representante de la Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE); Pedro Peretti, dirigente de la Agrupación Grito de Alcorta; y Nazario Ramos de Cooperativa Nueva Esperanza, organizaciones de Horticultores del Área Metropolitana de Buenos Aires AMBA. La coordinación estuvo a cargo de Raúl Fiorentino.
El encuentro estuvo marcado por el rechazo a la creciente transferencia de recursos hacia los grandes terratenientes y el descuido y desmantelamiento de las políticas destinadas a promover la agricultura familiar. Frente a ello se mostró la resistencia de los productores familiares a la expansión de la frontera agropecuaria; se denunció el incremento de la represión policial en los últimos meses; la connivencia política y judicial en el hostigamiento a los pobladores y el auge del narcotráfico como nuevo agente de presión; la alianza entre los gobiernos provinciales y los grandes terratenientes para avanzar en los desalojos. Se planteó la necesidad de alentar las redes entre organizaciones de productores y consumidores; entre la ruralidad y lo urbano; para generar mejores formas de comercio de los productos alimenticios.
Por otro lado, se recalcó la importancia de la vinculación con las instituciones respetuosas del conocimiento de las comunidades y de los productores, mientras se cuestionó el acercamiento autoritario de las mismas. Se planteó la necesidad de avanzar en la estratificación de la política agropecuaria y, en particular de la dirigida a la agricultura familiar (indígena y criolla), pensado al agricultor como un sujeto de desarrollo y no de asistencia social.
Entre las varias propuestas que surgieron del debate, resaltó declarar a la leche como un recurso estratégico de la soberanía alimentaria y, por tanto, garantizar un mínimo de litros de leche por chico beneficiario de AUH. Se condenaron las actuaciones de las autoridades en diversas áreas del ministerio de agricultura por el desconocimiento y la falta de responsabilidad política de las actuaciones. También se exigió la reglamentación de la Ley de Reparación Histórica para la Agricultura Familiar.
En otro orden se planteó la necesidad de impulsar una nueva ley de semillas y la necesidad de infinidad de medidas que morigeren el impacto de la devaluación sobre los precios de los insumos.
Como resultado se propuso la necesidad de integrar una Mesa Regional de las entidades con un espacio físico y con presupuesto para que los productores organizados puedan resistir contra un poder que quiere eliminarlos. Los expositores estuvieron acompañados por una gran concurrencia.