Un sector de la industria frigorífica adelantó que sino se retrotrae el nuevo acuerdo salarial con los trabajadores del 42%, un tema que sería recién tratado en septiembre, habrá nuevos aumentos en la carne y despidos en el corto plazo.
La semana pasada la Federación de la Carne y el consorcio de exportadores ABC, rubricaron el aumento cuando las demás cámaras ya lo habían hecho en un 20% hasta septiembre donde se reabriría todo para volver a estimar una nueva alza. El nuevo porcentaje fue avalado por el Ministerio de Trabajo. Este diario intento comunicarse con los firmantes pero no tuvo éxito.
Mediante un comunicado la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, la Unión de la Industria Cárnica (Unica), la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) y la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne (AFIC), manifestaron que muchas de sus integrantes deberán cerrar sus fábricas lo que producirá desempleo por un lado y aumentos en la carne de parte de aquellas que todavía puedan sostener la actividad. Se trata de un sector que agrupan al 80% de la faena nacional. Mientras que el ABC, está integrado por empresas de capitales extranjeros y multinacionales) destina su producción al exterior.
Desde la industria local señalaron que le pidieron al gobierno un plazo aunque recordaron que hoy termina la conciliación con la consecuencia de un paro inminente.
Por otro lado argumentaron que el acuerdo «no sólo se superpone con el que se encuentra vigente, sino que además contiene valores imposibles de cumplimentar para las empresas adheridas a las restantes entidades empresarias». Entre los motivos argumentaron que «se encuentran en serias dificultades actuales debido a una significativa caída de la faena y de la producción del 40% en promedio, caída del consumo interno, incrementos de servicios que son de público conocimiento, entre otros».
Un trabajo de la Fundación Mediterránea también sostuvo que las buenas perspectivas de la ganadería hará que el ganadero aumente la retención de animales lo que significará una menor llegada de hacienda a los mercados impactando en un mayor aumento del kilo de carne para la sociedad.
