Milagro Sala envió una nueva carta desde la cárcel, donde se encuentra desde el 16 de enero pasado, y se refirió al destino del dinero que recibió la agrupación que lidera, la Tupac Amaru.
A través de la misiva que se conoció por las redes sociales, la dirigente político-social y diputada del Parlasur manifestó: “El dinero que pasó por las cooperativas de la Tupac terminó en viviendas, en escuelas, en fábricas, en cientos de obras de infraestructura… pero no solamente en eso: el dinero está también en los centros de salud, en laboratorios, en ecógrafos, en la atención de discapacitados, en la contención de jóvenes, en sillas de ruedas, en anteojos, en camas para los pacientes de Terapia Intensiva de los dos hospitales más grandes de Jujuy (y eso nadie lo dice).
El dinero que pasó por las cooperativas de la Tupac terminó en viviendas, en escuelas, en fábricas, en cientos de obras de infraestructura».
«Hemos gastado cientos de miles de pesos en internaciones, en prótesis, en remedios; hemos ayudado a colegios humildes del interior a que tengan su viaje de egresados; hemos enviado a chicos a estudiar a Cuba. Ustedes no tienen idea de todo lo que hemos ayudado a los necesitados. Hay cientos de obras de grandes y medianas empresas en Jujuy que se embolsaron mucho, pero mucho dinero, que dejaron las cosas sin hacer o a medio hacer y ninguno de sus dueños o administradores estan presos. ¿Les parece justo eso? ¿Por qué no hacen una auditoria de esas obras?”, disparó Sala.
Ideología: una anécdota con el sociólogo Robert Castel
En otro sentido, la dirigente social recordó una vieja anécdota vivida junto al sociólogo francés Robert Castel: «Una vez, Castel llegó desde Francia para visitar la Tupac y luego de recorrer las obras nos preguntó con cuidado ‘¿En qué filosofía, en que ideología se asienta la Tupac Amaru?’.
Estábamos en Humahuaca y habíamos compartido un almuerzo. Yo no había leído nada de Castel, solo sabía que era un europeo interesado en la obra de la Tupac. Yo le respondi lo que sentimos. ‘La ideología de la Tupac se asienta en la necesidad’. Inmediatamente, Castel, que era un viejito experimentado, se dio cuenta de su error de planos y aclaró:’Disculpe, Milagro, mi pregunta, es que soy demasiado racionalista’, y todos nos reímos.