Según precisó el actual titular de la obra social de los jubilados, las investigaciones iniciales permitieron establecer un perjuicio para la obra social de los jubilados del orden de los “500 millones de pesos anuales, al menos en los últimos tres años”, aunque señaló que esa cifra podrá ser mayor en cuanto continúen las auditorías hacia atrás.
Afirmó que en los próximos días radicará varias denuncias ante la Justicia, elaboradas con la colaboración de profesionales y entidades farmacéuticas también perjudicadas por las presuntas maniobras.
“El presidente Mauricio Macri pidió mejorar el servicio que el PAMI brinda a sus afiliados”, señaló Regazzoni en un conferencia de prensa que ofreció en la sede de la Institución.
constatamos la compra de medicamentos a nombre de afiliados ya fallecidos.
Dijo que el sector farmacéutico es “uno a los que vamos a ayudar para reparar el daño” que sufrieron con las maniobras y aseguró que además “vamos a poner los controles adecuados para ir mejorando los padrones y detectar en forma inmediata cuando se produzcan desvíos”.
Garantizó que desde el organismo “haremos lo que tengamos que hacer para cuidar que el dinero de la gente vaya adonde tiene que ir”.
“Vamos a ser muy serios porque si no, nunca vamos a poder llevar adelante la política que este gobierno tiene respecto de los afiliados al PAMI, para que los mayores reciban la mejor atención posible”, enfatizó.
Regazzoni explicó que la defraudación se detectó en la compra de medicamentos y en la elaboración de recetas médicas, a través de auditorías ordenadas en el PAMI que constataron, por ejemplo, la compra de medicamentos a nombre de afiliados ya fallecidos.
Señaló que al asumir al frente de la obra social, “encontramos una situación financiera muy compleja, con dificultades para pagar a los acreedores y una deuda muy grande”, de alrededor de 5000 millones de pesos.
Reveló que médicos, entidades farmacéuticas y laboratorios venían realizando “desde hacía varios años” denuncias sobre posibles irregularidades que no habían sido atendidas en la gestión anterior, y “que tenían que ver con personas fallecidas que no habían sido dadas de baja del padrón y que aparecían consumiendo medicamentos”.
Regazzoni dijo que también se constató que personas recibían “entre 40 y 50 remedios por mes” sin ningún tipo de justificación.
“El colmo fue encontrar que un profesional había supuestamente confeccionado 39 mil recetas anuales: su nombre estaba siendo falsificado”.
Informó que hoy estuvo reunido con profesionales médicos con quienes se acordó los pasos a seguir para elaborar las denuncias que se elevarán a la Justicia.
Dijo que esas irregularidades fueron cometidas por “redes de inescrupulosos que toman ventaja y se aprovecharon de las fallas de controles en el PAMI, y por verdaderas redes de corrupción que están dando vueltas por ahí, apropiándose de fondos públicos”.
Consideró que las soluciones a los problemas que arrastra una de las obras sociales más importantes de Latinoamérica “van a demorar un tiempo porque, como dijo el Presidente Macri, no es de un día para el otro, sino de un día tras otro”.