La norma de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) que hace optativo la inversión en activos inciso k no sólo sorprendió a los inversores, sino también a los privados y al propio gobierno que arma el financiamiento a las pymes. Ayer las tasas de interés de los cheques de pago diferido saltaron 10 puntos, por la falta de compradores de esos cheques, ahora que las aseguradoras están retirándose de los fondos comunes de inversión k.
Los cheques de pago diferido se negociaban ayer en la Bolsa a una tasa promedio del 30% al 35% a 90 días, cuando el día anterior lo hacían del 20% al 25%, porque los fondos comunes de inversión (FCI) que eran caratulados como inversiones del inciso k dejaron de demandar esos instrumentos ante los rescates que están sufriendo de las aseguradoras.
Anteayer, el patrimonio de los fondos k cayó unos $ 880 millones, de los cuales $ 456 millones correspondió a rescates y el resto a una baja en la cotización de los precios de los activos k en cartera. Varios fondos bajaron de 3,5 a 6,5% los precios de los activos k, porque al eliminarse el Comité de Elegibilidad, ahora valúan estos instrumentos a precios de mercado.
«Los cheques no tienen demanda. Lo que está en cartera vence y estamos trabajando para que las compañías aguanten con la cascada de vencimientos, que cuando venzan los cheques se lleven la plata», dijeron en un fondo. Según cálculos de las aseguradores, anteayer se fue un 2% de la tenencia de las compañías en los fondos, cuando podrían vender hasta el 7,5% al 30 de junio próximo y otro tanto de cartera propia. Pero la salida fue mayor en los fondos que invierten en activos pyme que de infraestructura.
La contracara es que se encarece y restringe el financiamiento a las pymes. Según fuentes de la Bolsa, un 40% de los $ 8.584,5 millones que se colocaron el año pasado fue negociado gracias a la regulación del inciso k.
Y en las sociedades de garantía recíproca (SGR), que avalan los cheques de las pymes que se negocian en la Bolsa, el ambiente estaba movilizado.
Según explicó Horacio Tommasini, presidente de la Cámara Argentina de Sociedades y Fondos de Garantía, hoy se reunirán las SGR en un comité de trabajo para analizar alternativas y armar propuestas para luego presentar a la Secretaría Pyme.
«Estamos estudiando la situación. Indudablemente la suba de tasas de interés y probablemente la menor demanda de cheques de pago diferido traerán problemas a las pymes. Estamos tratando de armar reuniones con las autoridades y las distintas entidades involucradas», dijo.
Las SGR, que cobran hasta 3% a las pymes para avalar los cheques para mejorar las condiciones de financiamiento, se les reduce el panorama de colocación. Y para obtener beneficios impositivos, deben mantener utilizado el 80% del fondo de riesgo.
Según coincidieron otras fuentes vinculadas con las pymes, el gobierno está predispuesto a conversar para intentar resolver la caída de financiamiento al sector. Estas fuentes ya están evaluando que la norma que obliga a los FCI a invertir en activos pyme que prorrogó la Comisión Nacional de Valores, respecto de que el 2,5% de las carteras debe estar destinada a esos fines el 31 de marzo próximo, quede firme y no, como esperan las administradoras, que se derogue. «Si el gobierno no tiene plata para darle a las pymes y las estás dejando en manos de los bancos, ¿cuál es el sentido de sacar el 2,5% a los fondos?», dijeron.
Otros activos inciso k que se vendieron ayer fueron las obligaciones negociables de YPF -desprendiéndose del título XLI y equiparando su precio al bono XLII- y de Axion Energy, dos activos con liquidez en el mercado. Los movimientos de mercado surgen después que la SSN hiciera optativo la opción de invertir en activos de la economía real para las aseguradoras, algo deseado por las compañías, pero determinó un cronograma de desinversiones hasta fines de 2017.