JORGE LANATA
Jorge Lanata, periodista del grupo Clarín, y hombre clave de Magnetto.

Por Pedro Noel Romero

El polémico Jorge Lanata concedió una entrevista al diario El País de España y sus declaraciones levantaron polvareda toda vez que el antes periodista progre, ahora devenido a vocero del Grupo Clarín, es el más acérrimo crítico del Gobierno nacional y, sobre todo, llamaron la atención los elogios que vertió hacia el kirchnerismo, en lo que pudo leerse entre líneas como la actitud del contrincante que tira la toalla, convencido de que todo su esfuerzo para que el kirchnerismo sea derrotado en las urnas el 25 de octubre, fue en vano.

A una semana de la elección presidencial, el conductor de Periodismo Para Todos (Canal 13) y de Lanata Sin Filtro (radio Mitre) abrió el paraguas por lo que se viene y venimos anticipando domingo a domingo: el inexorable triunfo en primera vuelta de la fórmula Daniel ScioliCarlos Zannini. Entre otras cosas, remarcó a El País que “yo soy muy crítico, pero este gobierno kirchnerista tiene una característica muy buena, y muy difícil de manejar, que es la audacia. Cuanto más arrinconados están, más doblan la apuesta”.

Nos ocupamos de Lanata porque nos apasiona hacer “periodismo de periodistas”. Sobre todo hoy, que dejó de ser una profesión de santos, vírgenes, castos y puros; en una etapa en la que dejaron de ser un misterio los intereses a los que responden los opinólogos de la Argentina y ello vino a abrir una grieta más que necesaria: la Democracia se debía una severa autocrítica sobre el papel que juega el periodismo a la hora de informar, malinformar o llevar adelante “operaciones de prensa”, y hoy el desenvolvimiento de los periodistas es mucho más visible desde que comenzaron los debates que confluyeron en una nueva ley de medios audiovisuales. Es innegable que adquirió un valor fundamental la pregunta que en la década del ’90 realizaba a gritos el conductor del programa Fugitivos, Matías Martin: “Vos, chabón, de qué lado estás!!!!???”.

Quien suscribe este Panorama se reconoce como “Raúlalfonsinista”. Nunca podría estar en la vereda del macrismo y de la prédica del neoliberalismo que contribuyó a implosionar a la Argentina tras la Convertibilidad de Domingo Felipe Cavallo y Carlos Menem,que terminó en la crisis terminal de diciembre de 2001. En los años ’90 comulgaba con la gran mayoría de las opiniones que vertía Jorge Lanata desde Página 12 o América 2.

El también fundador del diario Crítica –dejó 500 personas en la calle– pasó de ser el periodista que, desde que contribuyó a fundar Página, se dedicaba a los temas que preocupaban a los ciudadanos; fue denunciador serial durante la etapa del menemismo, pero habrá que convenir que en esos años ’90 era muchísimo más fácil oficiar de progresista con la pluma y la palabra.

Pero en últimos 5 años se pasó de bando, para comenzar a defender los intereses corporativos del Grupo Clarín, al que tanto había cuestionado siempre; que tanto daño le ha hecho y hace a las instituciones democráticas, toda vez, por ejemplo, que hace 6 años que no se adecúa a la nueva ley de medios. Sigue atrincherado para conservar las 270 señales que lo convirtieron en un peligroso monopolio mediático que, con tanto poder, pudo dedicarse a contribuir en gran forma a derribar gobiernos como el de Raúl Alfonsín y Fernando De la Rúa, más allá de la inoperancia y endeblez de este último mandatario. A Alfonsín lo maniató Héctor Magnetto porque el expresidente radical no aceptó derogar el artículo 45 de la Ley de Radiodifusión de la dictadura, que impedía la concentración de medios.

Con su travestismo, Lanata recuerda aquella célebre frase de Groucho Marx: “Estos son mis principios; si no le gustan tengo otros”. El conductor televisivo y radial, como en la jerga futbolera, tiró un bombazo y nos desconcertó a todos con los elogios que profirió hacia el kirchnerismo y llegó al límite de comparar al peronismo con el rock and roll.

Y fundamentó su posición: “Al peronismo yo lo compararía más con el rock and roll, que siempre renace de sus cenizas. Evidentemente, algo debemos de tener, porque los últimos 60 años de historia argentina se explican por el peronismo o por algo relacionado al peronismo”.

Luego repartió elogios al kirchnerismo: “Yo soy muy crítico, pero este gobierno kirchnerista tiene una característica muy buena, y muy difícil de manejar, que es la audacia. Cuanto más arrinconados están, más doblan la apuesta”.

En otro tramo de la entrevista, evaluó cómo llegan los candidatos a los comicios del próximo domingo y fue muy duro con los opositores: “El hecho que se hayan presentado Sergio Massa y Mauricio Macri por separado es lo que permite al peronismo ganar. Después, el porcentaje de 38 por ciento (N. de la R.: 38,5 %) para Scioli es muy alto después de 12 años de Gobierno”.

Asimismo, recalcó que “también es cierto que la oposición no logró articular una propuesta interesante para la gente. Y se ha presentado muy dividida y con discusiones muy miserables, pequeñas, de cargos y de listas. Ninguno de los candidatos que se están presentando atacan lo que yo llamaría las deformidades centrales de la Argentina. Sólo hablan de cosas de coyuntura”.

Ya el año pasado, el 9 de octubre, el conductor de Periodismo Para Todos había comenzado a abrir el paraguas cuando sentenció que “toda la oposición no junta un balde de bosta”, y que “Macri, (Daniel) Scioli, Massa, (Jorge) Altamira, (Hermes) Binner y (Elisa) Carrió no sirven para una mierda”, en esos días de furia que lo asaltan en las mañanas de radio Mitre y no deja “títere con cabeza”.

“Están de espectadores y ni siquiera tienen buenos tickets, porque ni siquiera tienen la primera fila, están en la loma del orto aplaudiendo cómo los demás hacen algo”, concluyó, enfurecido.

De las encuestas no vamos a ocuparnos. Las medidoras han hecho lo imposible por mantener una expectativa centrada en si Scioli superará los 40 puntos y consigue una diferencia de 10 que lo consagraría como presidente en primera vuelta; así, las encuestadoras lograron mantener el clima de tensión respecto de este punto cuando, en realidad, comentaban en voz baja que los trabajos de campo marcaban una tendencia que exhibía al candidato del Frente para la Victoria (FpV) fluctuando entre los 40 y los 42 puntos, con una proyección que podría concluir en un resultado de 45 a 27 el 25 de octubre.

Para las encuestadoras fue un pingüe negocio. Llegan todas con posibilidades de encuestar hasta la mitad de la semana que asomó y la facturación ha configurado un negocio fenomenal. Todo, para vender humo. “Pasto pa’ la gilada” decíamos en el barrio.

Faltan siete días para la elección presidencial y al menos el vocero del Grupo Clarín acaba de tirar la toalla. Al parecer, Jorge Lanata tiene en su escritorio los mismos datos que tenemos nosotros y el triunfo de la fórmula Scioli-Zannini en primera vuelta le removerá las tripas. Siempre estará a tiempo de volver a cumplir la máxima de Groucho Marx, total, del descrédito que cosechó no tiene retorno.

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