Eduardo Csota, legislador de la Unión Cívica Radical y ex candidato a gobernador de la provincia de Santa Cruz.

En su condición de principal referente de la firma El Tehuelche SA que controla la cadena de hipermercados de materiales de la construcción y del hogar, Eduardo Costa -el diputado más rico del Parlamento- logró hacerse (meses antes de que se produjera el dantesco incendio) de 1.900 metros cuadrados de tierras que pertenecían al municipio de Caleta Olivia, contiguas a las que ocupara la anterior y céntrica estructura comercial, por una suma que alcanzaría los 1,2 millones pesos.

Ese monto y la manera en que se hizo la transacción con el Departamento Ejecutivo Municipal generaron severas críticas de cuatro de los cinco miembros que componen el Concejo Deliberante, las que también salpicaron al intendente José Córdoba.

Llamativamente, las más acérrimas provinieron de dos integrantes de su propio partido: Víctor Chamorro (que ahora se pasó a las filas del PRO) y Juan Acuña Kunz.

En el encendido debate que se planteó en una sesión ordinaria que tuvo lugar a principios de mayo de 2013, los ediles de referencia plantearon que no era posible que el lote que era ocupado por la Secretaría de Servicios se vendiera a un precio ínfimo.

• Poder de negociación

Para fundamentar sus dichos, citaron que la misma gestión comunal había vendido meses antes a la firma supermercadista Carrefour un lote de 10 mil metros cuadrados (donde estuvo la Terminal de Ómnibus) a casi 10 millones de pesos, por lo cual la relación entre ambas operaciones no guardaba ninguna lógica.

Los concejales Manuel Aybar (PJ) y Juan José Naves (FPV) no solo se sumaron a esas críticas sino que además cuestionaron el hecho de que la negociación que entabló el intendente Córdoba con el empresario Costa se hizo a espaldas del Concejo Deliberante y todo se canalizó a través de «resoluciones de subasta pública» por parte del Ejecutivo.

Ayer, Naves resaltó que la municipalidad se vio doblemente perjudicada porque además de cederle a Costa el lote de 1.900 metros cuadrados a un precio virtualmente «de fomento», tuvo que construir un nuevo edificio para reemplazar el que estaba en el área cedida.

Ello demandó un costo de casi 800 mil pesos, por lo cual el «negociado» solo le reportó al municipio una «ganancia» de apenas 400 mil pesos, según sus estimaciones.

• Tiempos cambiantes

En cierta manera, las repercusiones de la escandalosa transacción comercial se fueron disipando luego de que se produjo el incendio de Hipertehueche, situado a unos 150 metros de monumento al Obrero Petrolero, en una manzana delimitada por las calles Güemes, Guttero, 25 de Mayo y Saavedra.

No obstante, volvieron a resurgir en el curso de las últimas semanas cuando comenzaron a observarse las nuevas y más amplias instalaciones que se levantaron en el mismo sitio, ahora extendidas hacia el lote de la polémica, estimándose que ocupan casi 6 mil metros cuadrados, dos más que el edificio anterior.

Sin embargo, los ediles radicales a los que se hace referencia en este informe, también parecieron olvidarse del caso, ya que bajaron los decibeles de sus críticas y ahora están sumidos en sus propias campañas proselitistas ya que Chamorro se postula nuevamente como concejal y Acuña Kunz como intendente.

No obstante, en su momento el primero de ellos dijo que además del «precio irrisorio» acordado, el Departamento Ejecutivo incurrió en una «falta grave» al no haber informado al Concejo de esa operación comercial.

Otro referente radical, el ex concejal Facundo Prades, que ahora forma parte de la estructura política Cambiemos con Eduardo Costa, manifestó por aquella misma época que «se facilitó un muy buen negocio a un privado que se beneficia de un terreno en el corazón del centro de nuestra ciudad».

«Me siento decepcionado de las actitudes del diputado Costa», porque «pretende gobernar Santa Cruz y no conoce las leyes de un municipio», remarcó Prades.

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