La nueva obligación, dispuesta en la Resolución 646 de la CNV, regirá siempre y cuando se trate de la misma moneda de pago, tomando como referencia el precio en la plaza exterior de mayor relevancia, o bien el precio en dólares de la plaza local cuando no exista cotización en el exterior.
El objetivo de la medida es «reducir la exposición a altos niveles de volatilidad» en las carteras administradas, indica la Resolución. Los operadores deberán utilizar el tipo de cambio comprador del Banco de la Nación Argentina (BNA) aplicable a las transferencias financieras.
“Esta medida busca transparentar la cartera de los Fondos Comunes de Inversión (FCI), asegurando que la valuación refleje la cotización más pura del activo, protegiendo a los inversores finales (los cuotapartistas) del riesgo de fluctuaciones excesivas”, señaló el organismo que preside Cristina Girard en un comunicado.
De esta manera, los títulos nominados y pagaderos en moneda extranjera deberán ser valuados tomando su cotización en dólares y traduciéndola a pesos según el tipo de cambio del BNA para transferencias financieras.
Se eliminará, así, “un factor de potencial inestabilidad” a la vez que “se acerca de mejor modo la valuación de los patrimonios administrados a las condiciones de valuación de los títulos de acuerdo a su propio nivel de riesgo”, concluye la Resolución.