Según adelantó el portal que dirige Roberto Navarro, el Gobierno les soltará la mano a varios sectores industriales durante los próximos días: se prepara para dejar sin efecto más de 250 Licencias No Automáticas (LNA), que funcionan como una última barrera para productos extranjeros que compiten con los locales. La mayoría de los artículos afectados son textiles y el autopartes. Varios funcionarios sostienen que igualmente no bajarán los precios.
En 2017 se profundizará la apertura comercial. Tanto el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, como el de Producción, Francisco Cabrera, aprobarán en las próximas semanas que se levanten trabas a la entrada de productos de otros países, como preparación para los acuerdos comerciales que intentan rubricar con distintos bloques comerciales.
Por eso, se empezará a eliminar la última barrera que tienen algunas importaciones: las LNA, que reemplazaron a las Declaraciones Anticipadas (DJAI) que había durante el kirchnerismo. Un documento interno de Producción detalla los más de 250 productos que podrán entrar desde el exterior sin arancel ni tope burocrático. Entre los bienes hay fósforos (entraron 14.000 kilos en 2016), cosechadoras de algodón, insecticidas, herbicidas, ácido sulfúrico, estufas, parrillas, calderas para calefacción central, calcomanías y derivados de celulosa.
En la lista hay varios artículos cuyas solicitudes fueron aprobadas al 100% en 2016, por lo que el Gobierno considera que su entrada irrestricta no causará daños. Sin embargo, varios economistas que asesoran al Ejecutivo difieren, y sostuvieron frente a ministros que eso podría hacer caer a varios sectores. Entre ellos, los más afectados serían el textil y el autopartista.
Es que entre las importaciones que no tendrán freno oficial hay más de 100 productos de indumentaria y otros tantos de la industria automotriz. Por el lado de las prendas, entrarán insumos y artículos terminados, como hilados retorcidos, camisas para hombres y niños, tejidos de punto, calzoncillos y slips, camisones y pijamas, tejidos de fibras de poliéster y sintéticas, enaguas excluidas de punto, prendas de vestir para bebés, bañadores, chaquetas de punto, mantas de lana, ropa de cama, ropa de mesa de lino, faldas y faldas pantalón de punto, ropa de tocador o cocina, etc. En el sector automotor, hay desde motores hasta limpiaparabrisas y reproductores de sonido.
Estas fueron dos de las actividades más afectadas en 2016 según la consultora Radar, especializada en comercio exterior, que mostró en su último informe que el año pasado las importaciones crecieron en cantidades a pesar de la recesión, algo que no ocurría desde 1975.
Además, según la consultora PXQ, la participación de los vehículos importados en el total de las ventas del sector aumentó en 10 puntos porcentuales en los últimos doce meses, pasando del 40% al 50% en promedio.
Pero con la apertura de estos 250 productos también se verán afectados rubros que habían repuntado en los últimos años, como línea blanca, y sectores que en 2016 quedaron a punto de quebrar, como el de las jeringas.
Desde Producción señalaron a este medio que algunas medidas afectan a estas actividades y otras fueron bien recibidas, como las normas técnicas para productos textiles y metalúrgicos aplicadas en noviembre, que aplaudieron las grandes compañías del sector y criticaron los importadores. No obstante, esas normas técnicas aún no fueron implementadas.
PRECIOS
El Gobierno avisó que iba a mantener un comercio más libre con el resto del mundo como parte del Plan Productivo Nacional, denominado Plan Australia, el cual pretende orientar la economía más a servicios que a la industria. «Las fábricas que no se puedan reconvertir se irán a su casa», dijo a este medio un importante economista que asesora al Ejecutivo. Así, se prepara para firmar acuerdos con la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio, Japón, Canadá y la Cuenca del Pacífico.
Pero también espera que la apertura detenga la inflación, que rondó el 40% en 2016 y en 2017 amaga con quedarse entre el 20% y el 25 por ciento. Sin embargo, un documento interno que llegó a estar en el despacho del secretario de Comercio, Miguel Braun, advierte que la apertura no logrará bajar los precios en más de la mitad de los rubros que afectará.