El secretario de Comunicación y Prensa de la Presidencia de la Nación, Juan Pablo Biondi, presentó hoy su renuncia «indeclinable» a su cargo, en una carta que dirigió al presidente Alberto Fernández.
«Motiva esta decisión la crisis desatada en las últimas horas y espero que mi alejamiento del cargo contribuya a pacificar, en parte, estos momentos difíciles que nos toca vivir», planteó el vocero presidencial en la carta que envió al jefe de Estado.
Biondi quedó en el ojo de la tormenta luego de la carta que difundió la vicepresidenta Cristina Kirchner donde dejó al desnudo uno de los grandes conflictos que existen en el Gobierno: las oscuras operaciones que pone en marcha el vocero presidencial Juan Pablo Biondi, un funcionario apuntado por gran parte del Gobierno y también por la prensa. Se lo conoce por su maltrato a periodistas, su pésima gestión en materia de comunicación y su nulidad capacidad para llevar adelante la tarea que le encomendó el Presidente Alberto Fernández.
“Me ofenden y lamento las malas interpretaciones que hiciera sobre mí la señora Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, al considerarla una líder indiscutible del espacio político que representa ella junto con usted. Siempre he sido una pieza de armonía, concordia y tolerancia en mis funciones y profesional en mi relación con los medios de comunicación”, sentenció Biondi en su nota de dimisión.
Gran parte de los fracasos y los errores no forzados del Gobierno de Alberto Fernández tienen en su génesis la mano de Biondi. Es un secreto a voces que ya no puede ser ocultado. Tampoco correspondía seguir blindado al funcionario, que a la luz de las lineas que publicó hoy Cristina en sus redes, lo exponen como el pésimo vocero que fue.
No solo no estaba apto para el cargo y maquinaba operaciones contra el kirchnerismo, también estuvo relacionado -por accionarial u omisión- en la difusión de la foto del cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez. Quien fuera su pareja, la periodista Guadalupe Vazquez fue quien hizo públicas las imágenes que hicieron tambalear al Gobierno y generaron indignación en la sociedad. No es casualidad que esas fotos estuvieran un año cuidadosamente guardadas bajo siete llaves y explotaran prácticamente en la víspera de las PASO.
Otra de las trastadas que protagonizó el encargado de la comunicación del Gobierno fue el maltrato a un periodista. Según lo denunció la Agencia Nova, lo insultó cuando le recriminó que la comunicación del Estado nacional es deplorable.
Con insultos, el «amigo» y quien comunica todas las acciones de Casa Rosada, se maneja con soberbia y agresividad. En vez de dar el ejemplo, Biondi le dijo: «Viejo manejen bien la comunicación del Gobierno», resultado siguiente, el Secretario de Comunicación del Gobierno nacional, le contestó insultando a su hermana y su mama.
«No voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político», denunció la vicepresidenta.
«A propósito de la categoría de funcionarios que no funcionan… el vocero presidencial escaparía a aquella clasificación. Es un raro caso: un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz. ¿O tiene alguna otra función que desconocemos? ¿La de hacer operaciones en off por ejemplo? Verdadero misterio«, continuó Cristina.
Con estas palabras, Fernández de Kirchner expone en todas sus dimensiones las falencias del encargado de la comunicación presidencial y lo desnuda como un traidor infiltrado dentro del Gobierno del Frente de Todos. Será tarea del Presidente Alberto Fernández decidir la suerte de este hombre que poco favor le hace al mandatario manteniéndolo a su lado.
Ayer, Cristina sacó del anonimato al funcionario y las redes no ahorraron en críticas. Biondi terminó por dejar el Gobierno.