El candidato presidencial del frente Cambiemos, Mauricio Macri, defendió a Fernando Niembro por haber renunciado a su candidatura a diputado tras la denuncia por contratos millonarios con la Ciudad y señaló que el comentarista de fútbol fue víctima de una «catarata de injurias».
«Sufrió una catarata de agresiones, de descalificaciones, de injurias. Quisieron establecer que nosotros somos iguales que ellos, pero nosotros no somos iguales que ellos. Si a nosotros nos denuncian, vamos con los papeles al juez y colaboramos», se quejó Macri, durante un discurso de campaña en la ciudad santafesina de Rosario.
Allí, Macri aclaró que aludía al «querido Fernando Niembro», de quien destacó que «fue al juez (Sebastián Casanello, quien lo investigará por supuesto lavado de dinero), se presentó y mostró sus papeles, demostrando que no es igual» al kirchnerismo, «que no vino por un cargo, para aferrarse y tener fueros».
«Él venía a dar testimonio de que todos tenemos que participar», subrayó Macri sobre Niembro y agregó: «Quiero dar testimonio de que el 10 de diciembre empieza algo distinto en nuestro país y que por eso renunció (a su candidatura)».
El jefe de Gobierno también cuestionó a su rival del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, por no salir a apoyar al futbolista Carlos Tevez, quien se refirió a la pobreza de Formosa y el gobernador de esa provincia, el kirchnerista Gildo Insfrán, salió a criticarlo, mientras un funcionario suyo lo tildó de «villerito europeizado».
En Rosario, rodeado por seguidores y voluntarios del PRO, el candidato presidencial se pronunció a favor de «dejar de pelear para empezar a escuchar» y sostuvo que uno de sus desafíos es «terminar con el narcotráfico en la Argentina», porque está «envenenando a los jóvenes».
«Vemos peleas entre bandas que quieren afirmar su control del territorio y generan muertes y más muertes todas las semanas», afirmó y señaló que el narcotráfico avanzó gracias a acuerdos con sectores de la política, de la Justicia y de las fuerzas de seguridad y que «hay que parar con eso ahora».
«No podemos vivir en un mundo de rejas. Toda Rosario está enrejada, la Argentina está enrejada», planteó Macri.