El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, Alberto Williams, habló sobre el fuerte aumento en el precio de la carne registrado en las últimas semanas y advirtió que podría subir aun más cuando a los carniceros les lleguen las nuevas facturas de luz.

“El asado, el novillo pesado que está bastante engrasado, tiene que estar en los 85, 90, 95 pesos. El que se trabaja en Buenos Aires es la carne chica, que no tiene tanta grasa y es el ternero que quedó. Y ese asado está cerca de los 110 pesos. El productor está vendiendo ese tipo de carne a 32 pesos en Liniers y le cierra. Al que no se si le cierra es al consumidor, que no tuvo aumentos de sueldos”, analizó el empresario.

“Si baja el mercado, encantados. Si cuanto más barato está, más bajo vamos a vender”, enfatizó Williams. Y adelantó: “Desde diciembre aumentó casi el 50%. Ahora tenemos que ver qué pasa con el aumento de la luz, eso no lo va a pagar el carnicero del bolsillo, va al consumidor. Acá todo lo que se pague de más va al consumidor”.

Samid, contra los supermercados

El vicepresidente del Banco Central, Alberto Samid, le dio la razón al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, sobre el precio del kilo de asado: «Tiene razón el ministro, el asado tiene que estar a 90 pesos».

Según el matancero, «el problema no son las carnicerias, son los supermercados», por lo cual «la única medida que hay que tomar que los productores vendan a los consumidores finales».

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