El presidente Mauricio Macri al arribar a Davos, Suiza

En Casa Rosada festejan las marchas por Martín Sabbatella, Milagro Sala o Víctor Hugo Morales y creen que el enemigo más peligroso aún no mostró la cara. Y en ese mismo sentido se aferran a encuestas que le dan una imagen altísima a Macri tras su primer mes de gobierno.

Una de ellas la publicó Poliarquía y señala que la administración de Macri cuenta con un nivel de aprobación del 71%, un valor siete puntos superior al que registró el gobierno de Cristina Kirchner en enero de 2008 y un punto menos que el que alcanzó la ex presidenta al inicio de su segundo mandato en 2012. Según el mismo sondeo, Macri cosecha una imagen positiva del 64 por ciento, la más alta que obtiene a nivel nacional desde que se involucró en política.

La imagen positiva, medida en plenas vacaciones, se chocará en 40 días con una cadena de aprietos que pondrán a prueba la muñeca del presidente.

Mientras el Gobierno busca bajar la inflación, las primeras paritarias gremiales de Macri en el poder asoman como el bautismo de fuego, puesto que según los especialistas, una pérdida del valor del salario sería “suicida”. Más aún teniendo en cuenta que para el mismo mes se espera una suba de las tarifas.

Por otra parte, el 1º de marzo se abre el período de sesiones ordinarias en el Congreso, en el que el Gobierno es minoría y dependerá de la oposición para obtener un marco de gobernabilidad.

En el PRO saben que una comunión del massismo con el kirchnerismo les puede paralizar el Congreso e impedir votaciones claves como la designación de los dos jueces de la Corte Suprema. En ese sentido, Macri inició negociaciones con el kirchnerismo para ampliar el Máximo Tribunal a 7 miembros y así abrir dos vacantes más para negociar con el Frente para la Victoria.

En el Gobierno también esperan la apertura de las sesiones ordinarias para resolver el conflicto con los holdouts. En ese contexto, el oficialismo buscará conseguir los votos para derogar la Ley Cerrojo, para reabrir el canje y cerrar un acuerdo con los bonistas que no entraron en los canjes de 2005 ni en 2010.

En la Rosada están al tanto además que Cristina Kirchner ya habrá vuelto a la arena política unos días antes del inicio de las sesiones, cuando tiene pensado lanzar una Fundación con el objetivo de convertirse en el principal escollo de Macri.

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