En el Ministerio de Producción buscan llevar calma ante la impaciencia del sector: la formalización llegará en los próximos días y será retroactiva al 1° de enero.

Según estudios privados, casi 150 modelos del total del mercado dejarán de estar gravados. Los vehículos que estaban impactados por la alícuota más elevada (50% en importados y 30%, en nacionales) eran a comienzos del mes pasado 344 modelos, según la consultora Abeceb. Con la rebaja, todos aquellos en ese rango (que ahora va a ser de 20%) serán 72 modelos.

Pero más allá de los trámites burocráticos, la reducción del impuesto se hará sentir. Según un ejercicio del Estudio Lisicki, Litvin y Asociados, gracias a esa reforma impositiva los valores podrían bajar hasta 45,25% en los autos importados y hasta 26,1% en los nacionales. Esa potencial caída en el precio de lista de las fábricas se compensará parcialmente por el efecto de la devaluación.

La aplicación del impuesto no es la única variable que retrasa la política de precios de las terminales: la mayoría cree que la devaluación supondría aumentos anuales de alrededor del 30%, una cifra levemente por debajo del salto cambiario gracias a la mayor oferta pronosticada. A fines de este mes, el Gobierno comenzará a analizar el tema con las empresas.

Aquellos autos impactados por la menor tasa impositiva (30% importados y 10% nacionales) eran 87 a comienzos de mes y serán 210 (todos al 10%, según la modificación) cuando se publique la norma.

Entre los autos más vendidos del país, once modelos (Cruze, C4, Ecosport, Focus III, Honda HRV, Peugeot 308 y 408, Renault Megane III, Volkswagen Golf y Vento o el Beetle) pasarán de pagar una alícuota de 30% a dejar de estar gravados. Entre esos vehículos, según Ecolatina, dos pasarán a pagar una tasa del 10% (Mondeo y SW4). «Es difícil saber qué va a pasar con el precio», estimó Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina. «La reducción de impuesto va a impactar, pero también la devaluación», agregó.

Un ejemplo del pelotón de los exentos es el Chevrolet Cruze 1.8 LTZ AT (141cv) de cuatro puertas. Al 15 de diciembre, antes de la devaluación, tenía un precio de venta (sumado el margen de 14% estimado de los concesionarios) de 318.700 pesos. Ahora pasaría a costar 244.300 pesos. En caso de un incremento de 15% en el primer semestre, como consecuencia de los cambios en el valor del dólar -el auto es un bien dolarizado en un 70%- el valor sería de alrededor de 280.000 pesos.

En la misma situación aparece el Peugeot 308 CC 1.6 Turbo THP Tiptronic (de $ 460.300 a $ 352.800 por estar exento del impuesto), el Citröen C4 Aircross 2.0 Tendance 4×2 CVT (de $ 397.900 a $ 305.000), el Ford Focus III 2.0 Titanium AT cinco puertas (de $ 399.300 a $ 370.100) o la Renault Koleos 2.5 N Dynamique Plus CVT 4×4 PH3 (de $ 613.200 a $ 470.000). Muchos de estos modelos fueron discontinuados por la falta de acceso al dólar, las trabas que generaron las DJAI o el impacto del mismo impuesto interno.

Entre los que se vieron beneficiados por el alza de la base de $ 278.000 a $ 800.000 (y que reducen su alícuota de 30% al 10%) aparece Toyota. Por ejemplo, la Hilux SW4 3.0 TDI SRV MT Cuero -cuya nueva versión fue presentada hace unas semanas y se produce en el país- pasaría de costar $ 806.900 a $ 667.300. En caso de un aumento del 15% por la devaluación en el primer semestre del año pasaría a costar unos 767.400 pesos.

En el grupo de los que se favorecieron por la reducción de las alícuotas del 50 al 20% -el rango superior del impuesto- están los autos de alta gama. Por ejemplo, un Audi A5 RS 5 4.2 FSI S-tronic Quattro (450cv) Coupé pasaría de costar $ 2.868.500 a $ 1.974.700. En tanto, el Mercedes Benz AMG C 63 (457cv) Sedán rebajaría su precio de $ 2.875.300 a $ 1.979.400.

«En 2015 el mercado se concentró mucho, perdió diversidad y sofisticación», analizó Gonzalo Dalmasso, especialista de Abeceb. «La reforma creará un mercado mucho más diversificado, con más modelos y con una mayor vitalidad», agregó.

La modificación del impuesto implicará que todo auto de hasta $ 350.000 estará exento de pagar el impuesto. Entre ese valor y los $ 800.000 tributarán un 10% (tasa efectiva de 11,11%) y por arriba de los $ 800.000, un 20% (tasa efectiva del 25%). Antes del anuncio oficial, los productos nacionales de hasta $ 225.000 estaban exentos. De ese piso a 278.000, pagaban el 10% (11,11%) y por arriba de ese límite, un 30% (tasa efectiva de 42,8%). Los importados, en tanto, tenían el mismo tope de exención. De $ 225.000 a $ 278.000 tributaban un 30% (42,86%) y los mayores a $ 278.000 estaban alcanzados por un 50% de tasa (100% efectiva).

A partir de los cambios anunciados por el Gobierno, según un ejercicio del Estudio Lisicki, Litvin y Asociados, en un auto nacional de $ 350.001 -que ahora tributa un 10% y antes un 30%- el ahorro sería de $ 111.125. Un importado con el mismo precio -antes tributaba 50% y ahora 10%- costaría $ 311.115 menos.

«El impuestazo del diciembre de 2013 a los autos fue una medida absurda», criticó el tributarista César Litvin. «Lejos de aumentar la recaudación, la disminuyó por la baja en las ventas de estos bienes, afectando el IVA y Ganancias, y además repercutió en las fuentes de trabajo», completó el especialista.

Impacto del nuevo esquema impositivo

Base imponible

El Gobierno decidió subir la base imponible del impuesto de $ 225.000 a 350.000 pesos

No más diferencias

En la reglamentación anterior regía una diferencia entre autos importados y nacionales. Ahora no

Las alícuotas

Antes iban del 10 al 30% para autos nacionales y llegaban al 50% para importados. Ahora la superior será de 20% y la inferior, 10%.

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