Tras los vergonzosos informes presentados por el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, finalmente este último reconoció el fracaso del macrismo en materia económica y social. «Argentina redujo la presión impositiva y el déficit fiscal pero subió la pobreza y la inflación», dijo Lacunza este lunes.

El ministro de Hacienda, presentó un balance de la gestión económica de los cuatro años del Gobierno de Mauricio Macri, en donde reconoció la suba en la inflación, la caída de la actividad económica y el nivel de pobreza como los objetivos incumplidos, al tiempo que dejó abierta la posibilidad de crecimiento de la actividad para el año 2020.

Para disimular un poco el estrepitoso fracaso del Gobierno justificó señaló que también hubo baja en la carga impositiva y del déficit fiscal y suba en las exportaciones como los logros alcanzados.

En su presentación, Lacunza, junto a los principales funcionarios de su equipo, expuso un balance de la gestión económica 2015/2019 en el que se revisó la herencia recibida de manos de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y fijó el escenario económico con datos de déficit fiscal, inflación, deuda externa y otros «fundamentals» básicos de la economía nacional en este recambio de poder político en el país.

«El año 2019 cerrará con una actividad económica 3,4% menor a la de 2015, una inflación superior a 50% y un nivel de pobreza de 34,7%, similar al promedio de los últimos 36 años«, reconoció Lacunza al presentar el informe de gestión.

Sin embargo, destacó que hay un menor gasto publico por la reducción de subsidios a la energía y el transporte.

Se obtuvo una mejora del resultado fiscal primario «producto de una reducción del gasto equivalente a 5,5%» del PBI y auguró un mejor escenario económico durante la próxima gestión porque «hemos trabajado en los cimientos» de la economía, sostuvo el ministro.

«Una mejor configuración macroeconómica (equilibrios gemelos) permitirá un descenso paulatino pero sostenible de la tasa de inflación», destacó.

En el repaso de las metas alcanzadas destacó que «el déficit primario bajó de 3,8% del PBI en 2015 a un proyectado de 0,5% en 2019 mientras que el déficit financiero pasó de 5,1% al 3,8% en el mismo período».

«El esfuerzo fiscal realizado es aún mayor, ya que a partir de 2016 el Estado Nacional perdió recursos por el fallo de la Corte Suprema que restituyó a las Provincias el 15% de la masa coparticipable que se transfería a la ANSES (equivalente a 0,9% del PBI hasta 2019)», agregó.

El trabajo destaca que «la mejora del resultado fiscal se obtuvo aun cuando la presión impositiva se redujo en un monto equivalente al 3% del PBI, del 31,5% al 28,4% del PBI».

Entre las metas no alcanzadas figura el crecimiento de la economía, ya que reconoce textualmente que «la economía argentina está prácticamente estancada desde 2011» pero, consultado sobre si el escenario económico que deja este gobierno permitirá crecer a la economía nacional durante el próximo año, Lacunza dijo que «sí» aunque «primero hay que resolver (en el próximo gobierno) el problema de la (refinanciación de la) deuda», agregó.

Además detalló que un potencial crecimiento de la economía durante el próximo gobierno «depende de las políticas (que se apliquen) para recuperar el crédito externo» y de que se logre cierta aceptación «de los mercados (que están) atentos a las medidas» que se adopten luego del 10 de diciembre.

En materia de deuda externa, Lacunza remarcó que para el año 2020 deberán afrontarse vencimientos de capital del orden de US$ 28.000 millones tomado con el sector privado y organismos multilaterales, sin incluir intereses ni los compromisos con organismos como el Banco de la Nación o el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).

«La deuda pública creció (entre 2015 y 2019) US$ 70.000 millones, lo que equivale a un 29%, mientras que en los cuatro años anteriores creció 22%, unos US$ 40.000 millones. El gobierno anterior no se había desendeudado», afirmó Lacunza.

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