El juez federal Claudio Bonadio -que embistió contra el kirchnerismo en los últimos tres años-, ahora y luego del aplastante triunfo del Frente de todos en las Paso del 11 de agosto, intimó a Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), a entregar información sobre la licitación del Paseo del Bajo, la obra más importante del macrismo, en el marco de una causa en la que se investiga el proceso de adjudicación en la que se habría beneficiado la firma Iecsa, constructora de Angelo Calcaterra, que luego pasó a manos de Marcelo Mindlin.
La denuncia es de fines del año pasado y en su momento fue activada por la Procuraduría de Investigaciones Administrativa (PIA) contra los gobiernos de Mauricio Macri y de Horacio Larreta por la supuesta manipulación de la licitación.
Bonadio libró una orden de presentación a AUSA, la organizadora de la licitación, para conocer detalles de las ofertas de otras empresas que participaban para la adjudicación de las obras.
Según la investigación impulsada además por la fiscal Alejandra Mangano, IECSA, fue la beneficiada con la construcción de un tramo de la obra por el que se presupuestaron mas de 4.mil millones de pesos, pero la empresa lo cotizó en poco más de 3 mil millones.
El titular de la PIA, Sergio Rodríguez, basó su denuncia en un informe de la Auditoría General porteña, que advirtió supuestas «anomalías» y presuntos delitos para la «adjudicación indebida mediante direccionamiento, a un mayor precio del que hubiera correspondido, del tramo más oneroso de la licitación pública internacional para la Obra del Paseo del Bajo a la empresa Iecsa» en su unión transitoria con la firma Fontana Nicastro SA.
De acuerdo con la Auditoría, la presunta manipulación del proyecto provocó que Iecsa resultara la adjudicataria del llamado «tramo C» del proyecto, con un presupuesto de $4480 millones, para la construcción de una parte desde la avenida Córdoba hasta llegar a las inmediaciones del edificio de la Casa de Moneda.