El titular del Banco Central, Federico Sturzenegger se anotó un poroto ayer al resolver el conflicto que tenía con las entidades bancarias por los contratos de dólar futuro negociados en la era Vanoli.
Este era una de las tareas que le encomendó el presidente Mauricio Macri al ex Banco Ciudad para apurar la unificación del tipo de cambio. El Rofex y MAE (Mercado Abierto Electrónico) son las dos plazas en las cuales se efectuaban esas transacciones, y aceptaron un arreglo de manera tal de dar por cerrado ese capítulo. Lo relevante es que esto abre el camino para que el Gobierno levante el cepo, tema que fue el eje central de la cumbre de la UIA ayer y que el propio Mauricio Macri anticipó que se dará «esta semana».
El equipo económico está apurado por levantar el cepo: el BCRA está perdiendo cada día que se demora esa decisión casi 200 millones de dólares producto de las ventas de dólar ahorro y del pago de los dólares por consumos con tarjetas de crédito. Las empresas en paralelo ya están al límite de parar producción por las demoras en las autorizaciones en pagos de importaciones.
la dupla Prat Gay y Sturzenegger quedó ahora listo para aplicar la devaluación más esperada de la historia argentina.
Tras una serie de reuniones ayer con bancos y con ejecutivos del Rofex se cerraron ya los lineamientos para finalizar la «batallas de los futuros». El Rofex, utilizando el artículo 4 que contiene la posibilidad de alterar contratos en situaciones de emergencia, sumará a las operaciones pactadas en octubre $ 1,25 (si, por ejemplo, se fijó para fin de marzo $ 10,80, el nuevo valor será $ 12,05) mientras que para las celebradas en noviembre el valor a sumar será de $ 1,75.
La otra plaza donde se operaban futuros, el MAE, la solución pasó por otro mecanismo. Considerando que se trata de diferentes actores, legislaciones y plazas, no se podía aplicar lo resuelto por el Rofex. En este caso Los bancos se comprometieron a reducir a cero su tenencia de moneda extranjera antes de la liberación del cepo. Esto incluye las posiciones de contado y las de futuros. De esta manera, el BCRA pagará el resto de las transacciones celebradas en el MAE, es decir, las que fueron compradas por empresas y en las que los bancos sólo actuaron como intermediarios.
Para da el cumplimiento a lo pactado, el BCRA va a comprarle a los bancos toda la posición de dólar a futuro y los dólares de contado (un bonus para las reservas en este último caso) para luego revertir esa medida una vez concretada la devaluación.
Los chispazos entre las partes por el dólar a futuro ponía la Central al borde de un default con el sector bacnario, pero el tema quedó superado.
También está limitada a un mínimo la posibilidad de juicios. En el caso del ROFEX, se aplica el mencionado artículo 4°, por lo que es difícil que quienes estén disconformes con ese plus a aplicar por encima de los valores cerrados a futuro inicien demandas. En el caso del MAE, las demandas se reducen a cero. Los bancos ya acordaron entregar sus posiciones, mientras que el resto de los compradores de dólares a futuro a través de esa plaza cobrarán normalmente.
Las operaciones a futuro tenían bastantes restricciones legales como para que se encuentre una solución rápida. El propio BCRA que preside Federico Sturzenegger estaba limitado en parte por la causa en marcha en el juzgado de Claudio Bonadío, la que ya planteaba la posibilidad de que esas transacciones y su pago directo tuvieran consecuencias impensadas. Además está el efecto monetario del pago que el BCRA deberá neutralizar aunque ahora en menor monto, el que dependerá de la futura evolución del tipo de cambio una vez liberado. Quedó descartada por el BCRA de corto plazo la suba de los encajes a los bancos como una manera de reducir la liquidez del sistema.
El equipo económico liderado por la dupla Prat Gay y Sturzenegger quedó ahora listo para aplicar la devaluación más esperada de la historia argentina. Es que ya todos los meses había un millón de ahorristas que compraban dólar ahorro y el mismo fenómeno se repetía en viajes o compras con tarjetas de crédito. Las empresas aceleraban importaciones (o aumentaban el monto requerido al BCRA) para obtener diferencia.
Ahora bien: ¿cómo hará el BCRA para estabilizar el valor del dólar una vez liberado? En primer lugar, con la medida de ayer con bancos (obtener su posición global neta en moneda extranjera) se podría hacer de u$s 1.500 millones. También tienen el compromiso de cerealeras ya cerrado por u$s 330 millones diarios hasta fin de año. Las tasas de interés ya están en niveles del 31% en pesos (las Lebac a 30 días).
Y en paralelo está cerrándose la negociación del cepo como pase con bancos por un monto que ahora se estima en u$s 8.000 millones.
Esto haría que el tipo de cambio se ubique en los valores esperados por el mercado, es decir, a $ 14,50. De todas maneras, en el equipo económico, según fuentes de bancos, apuestan a un tipo de cambio menor aún, de $ 13,50.
Sin embargo hay quienes sostienen que el Gobierno debería dejar que suba a $ 14,50 y guardarse un «colchón» para futuras bajas.