La Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) informó que en todo el país cerraron alrededor de 28 mil kioscos en los últimos tres años, de acuerdo con los datos disponibles a abril.

Para junio próximo las estimaciones son catastróficas: solamente en la Ciudad Autónoma y los principales centros urbanos de la Provincia de Buenos Aires se prevé que bajarán sus persianas otros 5 mil. Servicios impagables, elevados alquileres y baja en las ventas tornan cada día más ardua la permanencia de estos pequeños comercios.

La mayoría de los negocios cerrados estaban ubicados en los ciudades más importantes del país como Buenos Aires, el ConurbanoCórdoba y Mendoza, entre otras.

Adrián Palacios, presidente de UKRA, describió un contexto insostenible para la actividad: “un comerciante pagó de luz 8 mil pesos en enero, 23 mil en febrero y en marzo 27 mil tal fue el caso de dos comerciantes de Balvanera y de Caballito. Si a eso le sumamos que un alquiler sale entre 30 y 45 mil pesos, hablamos de más de 70 mil pesos de gastos por el solo hecho de levantar la persiana para atender.”.

Además, desde UKRA calcularon que si cada kiosco tenía un empleado, como mínimo se perdieron 28.000 puestos de trabajo en los últimos tres años. Y podrían perderse 10.000 puestos más para junio. Palacios apuntó a la suba de los alquileres, tarifas de servicios e impuestos y a la fuerte caída del consumo interno.

Asimismo, señaló que los kiosqueros buscan cada vez más segundas marcas para no perder la venta y para mantener un margen de ganancia que las primeras marcas no les dejan. «Los alfajores y las galletitas bajaron las ventas un 25%, la gente opta por segundas y terceras marcas», contó el presidente de UKRA

En cuanto a los cigarrillos, si bien se mantiene la misma proporción que otros años, la gente busca cada vez segundas marcas o terceras, casi desconocidas. Un dato curioso es que «cada vez más ofrecemos alimentos de primera necesidad como fideos o arroz, para compensar».

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