Singer, las máquinas de coser que sintetizan el indiustricidio macrista

Se trata de las tradicionales máquinas de coser Singer, un ícono de la industria textil que el pasado 8 de enero se dejó de fabricar en el país por la debacle económica que propició Cambiemos.

La empresa Macoser, que las fabricaba en Argentina anunció abandonaba su producción en su planta de San Francisco, Córdoba, por lo que las máquinas de coser ahora a serán importadas.

Insólitamente, el presidente Mauricio Macri se sacó este miércoles una foto que, aunque en un primer momento podía parecer inocente, posee una fuerte carga simbólica: La destrucción de la industria argentina.

Fue en marco de la visita que realizó a Weisburd, una pequeña población de Santiago del Estero, allí, se sentó sonriente frente al símbolo del industricido que promueve su gobierno.

Tras anunciar el fin de la producción de máquinas de coser, Macoser seguirá como licenciataria e importadora de la tradicional marca Singer.

Singer nació en 1856 en Nueva York, cinco años después que el inventor Isaac Singer patentara un modelo de máquina de coser capaz de dar 200 puntadas por minuto, siete veces más rápido que una costurera profesional.

La marca llegó al país en 1905, cuando ingresaron las primeras máquinas importadas de Estados Unidos. Casi 80 años más tarde, en 1984, la firma Macoser comenzó a fabricarlas en el país. La compañía, que fabricaba dos modelos e importaba otros nueve, llegó a tener 270 empleados. y en los años 60, época de auge de las máquinas de coser, había 14 fábricas que las producían en el país. Pero en la actualidad sólo quedaba esta pyme de Córdoba.

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