Por Sergio Villone

Previamente, Macri había llegado al aeropuerto de Las Higueras, localidad integrante del Gran Río Cuarto, en medio de fuertes medidas de seguridad y con constantes versiones contradictorias acerca de la agenda presidencial para evitar escraches de organizaciones sociales y el contacto con la prensa.

«Yo no voy a concurrir porque no fui invitado protocolarmente. He estado en todo lo que se ha realizado en el parque eólico y con la gente de Central Puerto tengo la mejor onda, pero sé que esto no es la inauguración», aseguró Otamendi, que declaró a Canal 13 (Río Cuarto) que protocolo presidencial, días atrás, le había preguntado de que partido político era.

«Yo voy a asistir cuando sí se inaugure; lo que van a hacer hoy no sé que es porque hicieron una prueba y saltaron unos conectores y tienen que hacer unos arreglos. A mí no me gustan las cosas a medias. Prender algo que no funciona no va con mi ética», agregó, en diálogo con Radio Universidad (Río Cuarto).

En noviembre de 2016, Caputo ganó dos licitaciones del Plan de energías renovables (RenovAr) que lanzó el gobierno nacional para la construcción de parques eólicos, uno de ellos en Achiras. Las obtuvo a través de la empresa Central Puerto S.A, propiedad del Grupo SADESA, en el que Caputo es accionista mayoritario. Con estas empresas,Caputo ya lleva adjudicadas el 10 por ciento de las licitaciones del Plan RenovAr en energía eólica.

Pese a existir empresas nacionales que se dedican a la realización de aerogeneradores, la totalidad de las turbinas fueron importadas. La empresa que los proveyó fue Acciona Nordex Windpower S.A., que también está a cargo de la operación y el mantenimiento de la planta.

Lejos de generar puestos de trabajo, estas licitaciones promueven un gran negocio de importación y la contratación de empresas extranjeras que se encarguen de su desarrollo y mantenimiento.

Según el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), sólo el 5 por ciento de las licitaciones del Plan RenovAr fueron reservadas para la industria nacional. La mayoría de las empresas ganadoras –en materia eólica– fueron chinas y españolas.

Luego de la visita a Achiras, Macri se dirigió a la empresa Bio4, en Río Cuarto, en medio de un cerco de seguridad de más de 600 metros que lo protegió de la protesta de diferentes organizaciones sociales, entre ellos, estudiantes universitarios y trabajadores de organismos públicos.

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