Cerca de un centenar de empresarios y dirigentes del sector de las micro, pequeñas y medianas empresas expusieron ayer martes en una reunión conjunta de las comisiones de Economía e Industria en la Cámara de Diputados, encabezadas por Axel Kicillof (FPV-PJ) y José Ignacio de Mendiguren (FR), donde se trazó un panorama desolador producto de las políticas económicas implementadas en los últimos dos años y medio. Alrededor de 60 asociaciones y cámaras PYME exigieron se trate la Emergencia del sector, frente a una sangría que está dejando a los empresarios argentinos sin capital, desfinanciados y sin ventas. De seguir por este camino -coincidieron- no solo no habrá generación de empleo, sino que las pymes tendrán que bajar sus persianas, con los consecuentes despidos masivos en el sector.
Eduardo Fernández, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), remarcó a los diputados que dicha reunión delineó «un mapeo de la realidad que atraviesa el sector y refleja también las condiciones de otros sectores de la economía doméstica como Comercio, Servicios y las Economías Regionales, que revisten un panorama igual o peor».
En ese marco, el empresario cordobés pidió a los diputados que presidieron la reunión de trabajo, «legislaciones de emergencia que reconozcan la crisis del sector y que faculte a los legisladores a tomar medidas respecto a la situación fiscal, financiera y en pos de proteger la industria nacional»
«Hay un eje conductor, somos pymes, vivimos del mercado interno. No hay comercio, servicios ni producción sin mercado interno»
Según analizó Fernández, la «tormenta», como le gusta llamar al gobierno a la crisis que enfrenta, «es producto de un modelo económico que nosotros entendemos es anti-pyme y anti-industria». El dirigente fundamentó, «le ha sacado a nuestro pueblo, o consumidores -como explican los economistas ortodoxos-, la posibilidad de consumir y ese consumo se ha trasladado a sectores concentrados de la economía.
«Nosotros estamos contando los cierres de establecimientos -en Córdoba por ejemplo se contabilizan 5 bajas diarias según APYME- y todos los números quedan atrás cuando uno recorre las ciudades y ve la disponibilidad de locales vacios», detalló.
Además, el empresario de la alimentación se quejó por los interminables aumentos de tarifas que han casi aniquilado a la pequeña y mediana industria configurando un obsceno aumento en las utilidades de las energéticas, casi todas en manos de empresarios cercanos al gobierno Nacional. «Mientras nosotros nos vemos imposibilitados de recurrir al sector financiero -por la falta de crédito y las elevadas tasas-, vemos los balances de grandes empresas como Ecogas, que en este últimos semestre aumento sus utilidades en más de un 300 por ciento».
Los grandes grupos concentrados quieren destruir la discusión política, porque sin política a ellos les va bien, pero a los empresarios argentinos nos destruyen, se quejó Fernández
Finalmente, el dirigente gremial-empresario instó a los legisladores a convocar a este sector en oportunidad del tratamiento del presupuesto del siguiente año. «Cuando se trate el presupuesto nacional queremos que nos citen, porque hay muchas cifras que inciden profundamente en nuestros sector, sobre todo en lo que hace a promoción, el control de las cadenas de valor y el sistema impositivo».
«Vemos que se le quitan muchos recursos a las provincias y entonces a nosotros nos dicen que habrá nuevos aumentos porque el gobierno central le quita a los presupuestos provinciales», concluyó.
APYME entregó a las comisiones parlamentarias un documento titulado «Hacia una agenda Mipyme, productiva y social», donde se delinean datos duros donde explican que la crisis del sector responde a un modelo económico que destruye el comercio y la industria argentina; y propone un número de medidas para cambiar esa lógica en pos de una agenda para un modelo productivo y social. Por la entidad también estuvieron Julián Moreno, vicepresidente y Roberto Ratti Merchante, gerente general,
Por su parte, Ariel Aguilar, dirigente de Cgera y Presidente de Cima, detalló que “el sector marroquinero atraviesa una grave crisis debido a la caída del consumo que acumula una baja interanual del 30% medida en unidades, y que el uso de la capacidad instalada cayó por debajo del 60%”. Asimismo, precisó que “la suba de importaciones en los primeros 6 meses del año fue del 49,5% respecto al primer semestre del 2017”.
En tanto, Eduardo Wydler, Presidente de CICA (Cámara de la Industria Curtidora Argentina) remarcó los efectos nocivos del proyecto que impulsa el Gobierno y la Sociedad Rural Argentina en reducir los derechos de exportación a los cueros crudos, “esto primariza aún más nuestra cadena de valor y se corre el riesgo de quedarnos sin cueros para manufacturar”, se quejó y detalló que “Todas estas medidas ya provocaron el cierre de 70 fábricas y la pérdida de 3 mil puestos de trabajo”.
De la reunión participaron las asociaciones más representativas del sector del sector como la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), Industriales Pymes Argentinos (IPA), la Confederación General Empresaria (CGERA), la Cámara Industrial Curtidora Argentina (CICA), la Fundación PRO-TEJER, ADIMRA, Cámara de Tintas Gráficas, ENAC y otras.