El exsuperministro de economía de Menem y De la Rua, Domingo Felipe Cavallo irrumpió en la escena pública con una entrevista en el programa A dos voces (TN).
Polémico como de costumbre, realizó un balance del gobierno de Mauricio Macri en cuanto al rumbo de la economía y dejó algunas frases que hacen correr frío por la espalda.
En una actitud reprochable y haciéndose el desentendido de sus responsabilidades respecto del desastre que dejó, el exfuncionario alertó que “El 2001 se puede llegar a venir dentro de unos años si siguen con una política de endeudamiento exagerada, si tienen que pagar cada vez más altas tasas de interés, si el endeudamiento es a corto plazo y si no cierran el déficit fiscal”.
Durante la entrevista, el autor del corralito le apuntó al equipo económico y remarcó que “uno de los déficits más grande que tiene este equipo es que no conocen la historia económica de la Argentina. Salvo un miembro, que es Lucas Llach. Hay gente muy preparada técnicamente, pero no hay nadie que realmente tenga una interpretación acabada de lo que fue la historia Argentina y en particular de los últimos 30 años”.
También se refirió al tema tarifas, que hoy está en la cima de la agenda pública por la imposibilidad de los usuarios y consumidores de afrontar las desbandadas facturas que reciben, “Por más tarifas que les den, no van a venir las inversiones. Quién va a traer plata e inversiones si no sabe cómo en el futuro se van a fijar las tarifas. ¿Todo va a depender del humor del Ejecutivo dentro de unos años?”
Retomando sus críticas al rumbo de la economía, Cavallo trazó un paralelo entre el presidente Mauricio Macri y Néstor Kirchner, una comparación inaceptable, considerando las características de cada mandatario, “Macri no puede ser su propio ministro de Economía. Ese error lo cometió Néstor Kirchner, que creía que él podía manejar la economía. Un presidente tiene demasiados temas”.
Por otro lado y como si nada hubiera tenido que ver con el desenlace de la convertibilidad que impulsó el propio Cavallo, dijo que “Lo que sufrió la gente fue la pesificación y la devaluación de Duhalde, esa fue la estafa más grande que se podría haber hecho. El corralito no impedía el uso del dinero ni lo desvalorizaba. A Duhalde lo convenció (José Ignacio) De Mendiguren. Decidieron sacarse de arriba las deudas, introduciendo inflación a costa de los depositantes y de los trabajadores, porque les bajaron el sueldo a los jubilados”.
Por último, se tomó el tiempo para desmentir la reunión entre él y el presidente, la cuál trascendió en varios medios de comunicación, «es mentira», aseguró el cordobés.
Yo creo que el 2001 esta en unas semanas nomas.