Tras un derrotero que lo llevó de las canchas hacia cualquier tipo de eventos públicos, la canción que insulta al presidente de la Nación, ahora también se canta en fiestas de casamientos y cumpleaños.
El fenómeno, que ya es estudio de sociólogos, se multiplica y expande a todos los rincones del país en una muestra más que importante del descontento que existe con el gobierno de cambiemos a solo dos años de gestión.
Promete ser imparable y en la Casa Rosada están cada día más nerviosos con el tema. Ahora los ojos están puestos en el mundial de Rusia, el gobierno hará todos los intentos posibles por frenar esta auténtica manifestación popular para que no quede expuesta ante la prensa internacional,
Se corren comentarios que el gobierno ya empezó a repartir plata a los barras que viajarán a Rusia para que hagan de fuerza de choque para evitar el «cantito» del verano.