Ayer la provincia decidió volver a tomar deuda que comprometerá la próxima gestión de Gobierno bonaerense. Se trata nada menos que una nueva deuda por unos 500 millones de euros que tendrán que ser devueltos en seis años.
Como un indicador que marca la desconfianza de los prestamistas es que aumentaron la tasa de interés un 1,5% más que el último préstamo.
Los bancos que se beneficiaron con la colocación de la deuda fueron HSBC, Santander y Deutsche Bank.
Solo este año, Vidal ya tomó deuda por casi unos 17 mil millones de dólares.
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