Aunque parezca una decisión electoralista, el motivo merece el festejo, por eso hoy trabajadores del Hospital Garrahan, médicos y padres de pacientes realizaron hoy un abrazo simbólico al centro de salud pediátrico, en el barrio porteño de Parque Patricios, para celebrar que el gobierno de la Ciudad transferirá los fondos adeudados -según se acordó ayer, tras la lucha que libró la comunidad hospitalaria en el último mes- y reclamar que no haya un nuevo recorte presupuestario en 2016.
«Consideramos un avance el reconocimiento de la deuda a nuestro hospital y haber logrado el compromiso de cumplir con el monto solicitado de la partida correspondiente al acuerdo paritario, pero necesitamos que se aseguren no sólo los salarios, sino también los recursos que nuestra institución necesita año a año», dijo el coordinador de Terapia Intensiva, Aldo Haimovich, ante una nutrida presencia de trabajadores que portaban carteles de las distintas áreas del centro de salud.
Las palabras de Haimovich fueron parte de un documento de los jefes de Servicios del hospital, en donde se remarcó que «la deuda acumulada sigue siendo enorme».
«Es por eso que necesitamos del presupuesto que se elabora cada año, y que continuamos reclamando», afirmó.
«Hasta fin de año tenemos un respiro, pero estamos muy preocupados por lo que va a ser el presupuesto de 2016 porque hay rumores de que va a haber un recorte, por eso estamos muy pendientes, no queremos que nos pase lo del 2014 en que el gobierno de la Ciudad recortó el 12 por ciento y el 18 por ciento en 2015», sostuvo en diálogo con Télam.
El especialista aseguró se mantendrán con «todas las miradas puestas en la discusión del presupuesto, y en los legisladores también, porque ellos tienen que revisar el presupuesto que va a mandar el Poder Ejecutivo de la Ciudad».
Trabajadores administrativos, de Mantenimiento, de Guardia, de Terapia Intensiva, de Laboratorio, de Hospital de Día, de Central de Turnos, de Oncología, de Bajo Riesgo vespertino, de Jardín Maternal, de Imágenes, de Rayos y Camilleros, entre otros, se aunaron detrás de la consigna «Ni un peso menos» para el Garrahan y caminaron en una sensible columna alrededor del hospital.
El sentimiento generalizado quedó expresado en la certeza de que «dimos un paso adelante», reafirmó asimismo Adriano Jaichenco, auditor general de la Ciudad de Buenos Aires al referirse al reconocimiento por parte del gobierno porteño de la deuda con el hospital y prometiera enviar los fondos.
«Los salarios ya están garantizados, y también está garantizada la apertura del Centro de Día para pacientes oncológicos, que estimamos será en diciembre de este año», añadió el auditor tras aclarar que «queremos que el hospital mantenga el nivel de excelencia».
A su vez, el otro sentimiento que recorría las puertas del hospital era el de estar «alertas porque queda pendiente la situación presupuestaria».
Jaichenco rescató a su vez la lucha de la comunidad hospitalaria durante este último mes al resaltar que fue «la protesta y movilización lo que generaron un avance en las negociaciones», y recalcó que durante todo este período «no se cortó en ningún momento la atención a los chicos».