El jefe del espionaje local, o el señor 5, como suelen decirle, está cada vez máscomplicado en la causa que investiga el pago de coimas de la constructora brasileña Odebrecht. Pocos días atrás fue beneficiado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, y el ex prestigioso fiscal de Cámara Germán Moldes, quienes no quisieron esperar a que declarara el arrepentido brasileño Leonardo Meirelles. Ahora vuelve a enfrentar la reapertura de la causa que nunca debió cerrarse.
La información difundida por un consorcio de periodistas de Sudamérica con sede en Perú, señala el le envío de cinco transferencias por un total de 594.000 dólares en los tres días posteriores a la preadjudicación del soterramiento del tren Sarmiento en favor de una UTE que integraban, entre otras, las empresas Odebrecht y IECSA, la constructora de Angelo Calcaterra, el primo hermano del presidente Macri, que se cotizó en 2000 millones de dólares y que financiaría el BNDES de Brasil.
El estallido del Mensalao y el Lava Jato impidieron ese financiamiento y el estado sólo compró la tuneladora en Alemania. Pero hubo un adelanto equivalente a 60 millones de dólares que recibió Odebrecht y tres días después Gustavo Arribas. Según Meirelles, se enviaron 10 o más transferencias por un total de 850.000 dólares por encargo de Odebrecht, que eran coimas o propinas, y también menciono a la empresa IECSA. De ahí que el gobierno queda en ridículo al decir que vendió un departamento, que no era del funcionario o que podría ser una comisión por el pase de un jugador de fútbol.
Meirelles fue claro: Odebrecht, IECSA, Arribas y coimas, y puso en plano el hecho que el soterramiento lo concedió el kirhcnerismo, es más no recuerda a Julio Devido, con quien se le insistió bastante. IECSA, del primo presidencial, era socia de la constructora Odebrecht, que admitió el pago de coimas por 35 millones de dólares que podrían haber recibido el gobierno nacional y las constructoras locales y extranjeras. Arribas es íntimo amigo del presidente -actualmente vive en su departamento- y con relaciones con Angelo Calcaterra, el dueño de IECSA en ese entonces pero que hace un mes vendió al empresario Marcelo Mindlin.
Lo curioso del caso es que Calcaterra fue beneficiario por un DNU del presidente Mauricio Macri que elevó de 2000 millones de dólares a 3.000 millones, con lo cual no se entiende por qué vendió su empresa después obtener una obra faraónica. Sólo se explica si lo hizo temeroso que las revelaciones del Lava Jato de Brasil, que se conocerán en junio próximo, lo vinculen al cobro de las coimas de Odebrecht, ya que nadie vende una empresa a la que le adjudicaron esa obra pública con comienzo de ejecución y la parte más importante del paseo del bajo por 3000 millones de pesos. Es muy rara la operación cuando tiene obras a ejecutar encargadas por el estado con jugosos beneficios, salvo el temor al escándalo y a las consecuencias penales.
El cambista brasileño dejó pegado a Arribas en la investigación por las coimas de Odebrecht