El gobierno, que desde la oposición machacó hasta el cansancio que el kirchnerismo manejaba a las provincias con «el látigo y la chequera», lejos de cambiar esa modalidad, la profundiza e intensifica, ayudando a gobernadores aliados y castigando a aquellos que no comparten su visión de país.
Según la gobernadora patagónica, Alicia Kirchner «lo básico, lo mínimo, que es pagar salarios» se «hace problático» ya que la provincia vive «una situación límite» por «la caída del 10 por ciento de la industria» y «la parálisis de las obras públicas nacionales».
«Los recursos de la provincia no son como un chicle, que se pueden estirar«, sentenció la gobernadora.
En cuanto a la situación general de la provincia, puntualizó que tuvieron «un déficit de 6.713 millones; disminución en el 86 por ciento de la obra pública; eliminación de los reembolsos por los puertos patagónicos», lo que «trajo una situación de límite». También detalló que «antes de asumir, la provincia recibió por adelanto de coparticipación 4.500 millones de pesos, el año pasado me dieron 837 millones de pesos», por lo que afirmó que en Santa Cruz tienen «un ahogo financiero».
Para la dirigente kirchnerista, «hay fuerzas que tienden a desunir y a interrumpir, en vez de ayudar a las provincias», y opinó que «todo el país tiene problemas, pero sobre la provincia hay una mirada mediática».
«Siento que, por ejemplo, a Jujuy le dieron muchísimo más dinero que a Santa Cruz», cuestionó la mandataria provincial, quien además aseguró que «los municipios de Cambiemos» en Santa Cruz «recibieron todos los aportes, pocos, pero los recibieron».
Al respecto, añadió que «en enero, por adelanto de coparticipación federal, nos correspondía 550 millones, me adelantaron 300 millones el 13 enero, y yo estoy agradecida por eso porque ayudó a pagar sueldos, y me lo empiezan a descontar el 16 de enero».
«Yo no digo que me estén discriminando porque sé que hay otras provincias que tienen problemas. Y si me discriminan, no me lo hacen a mí, se lo hacen a la provincia», señaló Kirchner, quien sostuvo que está «haciendo lo posible e imposible por sacar adelante» el distrito del sur.
Sobre la relación de la provincia con el gobierno nacional, indicó que puede «hablar perfectamente con el ministro del Interior», Rogelio Frigerio, pero reprochó: «No sé qué pasa, pero me prometen determinados apoyos, que no es que no se concretan, se demoran y eso no está de acuerdo con la necesidad y la urgencia de la provincia».
La ex ministra dijo que en Santa Cruz «los ingresos vienen por goteo» porque están «sufriendo las consecuencias que se viven a nivel nacional», pero resaltó que se están «abriendo nuevas posibilidades, pero esto no es mágico, no es de un día para el otro».