El INDEC dio a conocer los datos estadísticos correspondientes al mes de abril relacionados con la actividad industrial y de la construcción,  y los números no son nada alentadores.

No obstante, en un comunicado difundido por el ministerio de Hacienda y Finanzas se explica que el último mes llovió tanto, tanto que el impacto fue devastador y exige ponderar estos factores climáticos extremos a la hora de analizar la caída en la actividad.

Dice el comunicado: La interpretación de los números de Abril debe incorporar la ocurrencia de factores climáticos extraordinarios que se sucedieron durante ese mes. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, de los 30 días del mes llovió 18 días, siendo que en abril del año pasado llovió tan sólo 6 días. El promedio de días de lluvia para el mes de abril de los 3 años pasados fue de 9 días, que a su vez coincide con el promedio de días de lluvia para el mes de abril desde 1993. Es decir que la cantidad de días de lluvia del mes de abril de este año se trata de un valor “extremo” que debe ser ponderado en el análisis.


la cantidad de días de lluvia del mes de abril de este año se trata de un valor “extremo” que debe ser ponderado en el análisis.


Bajo esta lupa deber leerse la caída del 24,1% del ISAC (Indicador Sintético de la actividad de la Construcción) con respecto a igual mes del año anterior o la aceleración de la caída acumulada interanual al mes de abril que dio 10,3%.

Como señala el informe del INDEC “el nivel de actividad de abril se vio significativamente afectado por la inusual cantidad de días de lluvia, que marcaron un record histórico en la zona central y litoral del país tanto por la persistencia como por la cantidad de agua precipitada, paralizando las obras de un importante número de provincias”.

El ajuste del ISAC por estacionalidad y la corrección por días de lluvia, que en circunstancias normales (sin Emergencia Estadística) el INDEC publicaría, suaviza significativamente la disminución interanual del ISAC publicada. En conclusión, la correcta lectura del indicador de la construcción producto de considerar una inusual cantidad de días de lluvia, señala que en abril la actividad se mantuvo deprimida, pero sin la caída de la magnitud que sugiere la variación interanual del ISAC. Esto muy probablemente quede reflejado en la publicación de los indicadores a partir de mayo.

Con respecto a las variaciones del EMI (Estimador Mensual Industrial) publicadas por el INDEC caben observaciones similares. Aunque en este caso el efecto de los días de lluvia fue algo más restringido. Además de los rubros directamente ligados a la construcción (productos minerales no metálicos) se vieron afectados los rubros de la industria alimenticia, destacándose la producción carnes, lácteos, y la molienda de cereales y oleaginosas. En este sentido la disminución del 6,7% interanual para el mes de abril y la aceleración de la caída acumulada del 2,4%, también se suavizan cuando se ajustan las series por estacionalidad y se corrigen por días de lluvia aquellos sectores claramente afectados.

A partir de estas consideraciones se percibe que la actividad industrial en abril presenta un estancamiento, continuidad del que se observa desde mediados de 2015, aunque sin la caída que sugiere una primera lectura de las variaciones publicadas sin estos ajustes. De hecho, como destaca el informe del INDEC para las variaciones acumuladas del primer cuatrimestre, de los doce bloques sectoriales del EMI, seis registran subas (industria textil, productos de caucho y plástico, edición e impresión, papel y cartón, y sustancias y productos químicos, y alimentos), y otros seis muestran caídas (metálicas básicas, automotriz, metalmecánica, refinación de petróleo, minerales no metálicos y tabaco), lo cual describe una trayectoria dispar de la actividad de los distintos sectores industriales.

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