El presidente Mauricio Macri durante una visita al Centro de Jubilados “San Ignacio de Loyola”, de la localidad bonaerense de Boulogne.

El presidente anunció su decisión de «radicar en Argentina» lo que definió como su «ahorro» en una cuenta de la financiera norteamericana Julius Baer con domicilio en Las Bahamas, que presentó en su declaración jurada este año ante la Oficina Anticorrupción (OA) y la AFIP.

Así, un día antes de enviar al Congreso nacional el paquete de leyes por el cual su Gobierno impulsa el blanqueo de capitales en el exterior para quienes evadieron al fisco y financiar el anunciado aumento a jubilados, Macri confirmó a los periodistas acreditados en Casa de Gobierno, que «sí, ya di la orden al administrador de que radique el ahorro que tengo en la Argentina».

En el marco de una conferencia de prensa improvisada en la Sala de Periodistas de la Casa Rosada que ofreció esta tarde, Macri anticipó que comprará «Letras del Tesoro argentino porque confío en el progreso de esta Argentina».

El presidente está bien asesorado, las Letras del Tesoro o LETES, en la City financiera, de hecho, los analistas están divididos. «Entre las Lebacs en pesos y Letras del Tesoro en dólares hoy los números están finitos -dice Rafael Di Giorno, director de Proficio Investment. Asumiendo que el Tesoro emita Letras en dólares al 4%, y observando la curva de Lebac, que hoy rinde 38% a 30 días con una tasa que va decreciendo a razón de dos puntos porcentuales por mes hasta el mes cuarto, lo más razonable seria aprovechar la tasa a un mes en pesos mientras dure a estos niveles», opina.

Pero, Di Giorno aclara, «si el horizonte de inversión es a seis meses o más, ya prefiero una letra en dólares, porque a los valores actuales el dólar luce retrasado; es probable que cuando el BCRA baje la tasa en pesos el dólar tenga cierta recuperación que compense las altas tasas nominales en pesos».

Desde marzo que el Banco Central está pagando una tasa del 38% anual en pesos por sus letras más cortas, a 35 días de plazo. La expectativa de la mayoría de los economistas es que pronto comience a moderarla, no sólo en la medida en que se vislumbre una desaceleración la inflación (sobre todo, lo que ellos llaman la inflación núcleo, que no contempla los precios regulados y los estacionales), sino en respuesta a la demanda de la economía real, paralizada por el alto costo del dinero. Sin embargo, se descuenta que el recorte de tasas será gradual.

En tanto, las letras en dólares del Tesoro a seis meses y a un año de plazo, convalidan una tasa en moneda extranjera del orden del 3,8% anual, casi 3,5 puntos porcentuales más que lo que ofrece cualquier banco por un plazo fijo en moneda extranjera.

Al ser consultado si ordenará a otros funcionarios a hacer lo mismo, el Presidente se limitó a responder: «Cada uno tiene que hacer lo que le parezca que le conviene, y a la Argentina le va a ir muy bien».

Ante la pregunta de un periodista sobre si puede explicar la procedencia de esos fondos y si estaban depositados en un principio en sendas cuentas en Estados Unidos y en Suiza, el jefe de Estado se limitó a responder que «no, siempre estuvieron en el mismo lugar, lo que pasa es que al banco donde los tenía lo compró otro».


«Tenía una cuenta en Merril Lynch y a ese banco lo compró Julius Baer» detalló Macri.


Ante las críticas de la oposición y algunos sectores del propio oficialismo que cuestionaron el proyecto de blanqueo de capitales, Macri señaló que «para mí es un sinceramiento fiscal en la nueva etapa de la Argentina».

El Presidente dijo que la medida tendrá «un costo grande para aquellos que adhieren» porque «no es gratis, hay que pagar un 10 por ciento o suscribir algún tipo de bono sin tasa o a tasa muy baja a favor de la Argentina».

«Así que creo que es un aporte que van a hacer aquellos que evadieron, a favor de ayudar a quienes no pueden esperar, que son nuestros abuelos», enfatizó el Presidente en defensa del proyecto que según confirmó, enviará mañana martes al Congreso para su tratamiento.

En tanto, Macri reiteró su mensaje a los empresarios a quienes dijo «necesitamos más involucramiento, inversión, desarrollo» y admitió que «hay empresarios que se han sumado y puesto a la cabeza» de su llamado, pero «otros que no, esperamos que lo hagan».

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