En varios puntos del país volvió una práctica que parecía desterrada para siempre: el trueque. El contexto de ajuste feroz, suba de precios, tarifazos y desempleo hizo que mucha gente retomara a la fuerza esa forma de subsistencia.
“Algunos de los pequeños productores que venden en este mercado cooperativo Colonia Bombal hacen el trueque de verduras por ropa usada”, afirmó Ama Morales, presidenta de la comisión directiva de ese espacio a El Sol de Mendoza.
Ante ese portal mendocino, Morales explicó que los productores de la zona tienen por delante un invierno difícil «porque no hay plata y porque hacen falta abrigos, y la única forma de obtenerlos es haciendo el trueque”.
“Hay mucha gente de afuera del mercado que se acerca por acá con ropa usada bien limpia y la cambia por otras vestimentas o por verduras”, destacó Ama. Y subrayó: “El trueque nunca desapareció. Aquí siempre se hizo pero en los últimos meses tomó fuerzas y cada vez son más las personas que vienen a cambiar sus cosas”.
La profunda crisis económica del 2001 y 2002 en la Argentina provocó la instauración del canje: una botella de salsa de tomates por un par de zapatillas usadas, ropa por comida, plantas por verduras. Quince años después, tras el triunfo de Mauricio Macri, ese método está de regresa, mientras aumenta la pobreza.