Tras los operativos en el microcentro porteño que se extendieron hasta la noche del miércoles, y que tuvieron como foco las “cuevas” que operan dólar blue, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi autorizó allanamientos a cargo de la Policía Federal y de la Aduana.

Para quienes analizaron los elementos que acumuló la causa en pocas horas, el escándalo que puede destaparse no tiene límites.

Las derivaciones exceden las fronteras y alcanzan a los Estados Unidos, adonde existía un servicio de apertura de cuentas offshore, Paraguay –donde el croata compró propiedades millonarias- y España, donde armo dos sociedades, indicaron fuentes oficiales.

También tiene agencias financieras en Uruguay, Paraguay (Ciudad del Este y Asunción) y Bolivia.

Además, se detectaron operaciones y depósitos millonarios a nombre de una agencia de viajes que utiliza como “fachada” para girar dólares al exterior.

Lo más relevante fueron los allanamientos en San Martin 140, piso 19. “Nimbus” es el nombre de fantasía de esa “cueva”.

Pero el nombre que surgió detrás de esas oficinas fue el del “croata” Ivo Esteban Rojnica, quien realmente las utilizaría y es considerado el principal operador de blue de la City.

La puerta estaba cerrada y no había nadie en el interior. “El Croata” anunció vía su abogado que no concurría ante el temor de quedar detenido. PFA volteó la puerta.

Adentro de un amplio espacio con escritorios, computadoras y estaciones de trabajo que fueron requisadas se encontraron elementos de prueba que fueron secuestrados: apuntes manuscritos con detalle de operaciones cambiarias, máquinas contadoras de billetes, bolsos de distinto tamaño (vacíos), valijas, y máquinas trituradoras de papel con documentación destruida.

Pero lo más llamativo fueron fajas para permitir adherir al cuerpo los billetes y las mismas fajas que se le encontraron a los chinos apresados, que daban también indicios bancarios de las extracciones de pesos.

Pero lo que más llamó la atención a los investigadores -que con eso solo ya habían unido los dos tramos de la causa- fueron una serie de carpetas naranjas, con membretes y documentación que certificaba la apertura de cuentas en el exterior. Por los datos contenidos, Argentina está en condiciones de cursar su aviso a la FINCEN, el organismo antilavado de los Estados Unidos.

También se encontraron operaciones inmobiliarias en Paraguay y transacciones con sociedades españolas, además de transferencias a Uruguay y Bolivia.

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