El candidato a presidente por Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, ratificó sus principales propuestas a horas del comienzo de la veda electoral al exponer en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp).
El actual ministro de Economía hizo autocrítica por su pasado y pidió mirar al futuro: «El pasado ya no se discute más, no estamos discutiendo acá a uno u otro ex presidente. Somos dos los que podemos gobernar desde el 10 de diciembre», sostuvo.
«Quiero que sepan de mi compromiso, habiendo aprendido, de mis fracasos y frustraciones, quiero que sepan de mi voz y de mi boca que todo el esfuerzo, la capacidad y el aprendizaje de estos años pienso ponerlo al servicio de esta patria»,hizo autocrítica sobre el final de la exposición.
Massa se expresó en relación a su largo trayecto en la función publica y su responsabilidad en la actual situación del país, reconociendo que «tantos años en la vida pública sé que a muchos les generan dudas, que algunos puedan tener dudas sobre mi persona» pero indicó que esta convencido que «la Argentina, si se da políticas de Estado y define un proyecto de Nación, puede ser un gran país con lugar para todos»
Con ese propósito, sostuvo que «quiero ser el presidente que cierre la grieta», donde «el pasado no se discuta más» y se de lugar a «una nueva etapa, que la Argentina sea campo e industria».
Durante su discurso, el candidato oficialista prometió “eliminar la discrecionalidad en el pago de las deudas del Estado” y además reiteró su iniciativa de ofrecerle la titularidad de la Oficina Anticorrupción a la oposición.
El ministro de Economía advirtió por los peligros de romper relaciones comerciales con China explicando los efectos que podría tener sobre la agroindustria, asegurando que «el primer riesgo es para el sector agro» y dirigiéndose directamente al campo, sostuvo que de prosperar la idea de Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), «los perjudicará si por prejuicio ideológico hacemos triangulación a China», en lugar de comerciar de manera directa.
Continuando en esa línea, se refirió al impacto negativo que tendría tomar la misma decisión con Brasil y lo ejemplificó mencionando a al rubro automotriz alertando que para el sector representaría la perdida de140 mil empleos. A raíz de lo descripto, consideró que «es clave tener un país que defienda a su industria» y aseguró que «las cancillerías deben estar diseñadas para abrir nuevos mercado».