La Cámara de Diputados aprobó este martes por la noche y envió al Senado el proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias elaborado por el Poder Ejecutivo, cuya media sanción se obtuvo con el respaldo de 135 legisladores del Frente de Todos, bloques provinciales, la Izquierda y los libertarios, entre otros, y 103 votos en contra, en su mayoría de Juntos por el Cambio.
En los palcos estuvo Massa junto a los líderes de la CGT, Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, con quienes se abrazó tras la victoria en el recinto.
Entre los votos afirmativos se contaron los oficialistas, los del bloque de Javier Milei, el peronismo federal y el Frente de Izquierda, entre otros legisladores de las provincias.
La sesión especial convocada por el oficialismo comenzó a las 13.13, cuando el bloque liderado por Germán Martínez consiguió reunir el quórum con el acompañamiento de diputados de la oposición.
Los diputados del bloque del Frente de Todos (Unión por la Patria) hicieron hincapié en el beneficio que representa para ese grupo de trabajadores de altos ingresos que estaba alcanzados y chicanearon a los de JxC por haber presentado proyectos sobre el tema en el pasado y no haber avanzando con el tema cuando fueron oficialismo.
El frente opositor, por su parte, calificó la medida de Massa de «electoralista», y la mayoría de los expositores de la bancada señalaron que llevará a más desiquilibrio económico y estimaron que incluso podría desembocar en «una hiperinflación».
El proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias apunta a que los cambios puedan implementarse a partir del 2024 y, entre otras cuestiones, busca la eliminación de la cuarta categoría del gravamen y la creación, en reemplazo, de un impuesto cedular que fija el pago del tributo únicamente para los ingresos superiores a 15 salarios mínimos mensuales, que hoy representan más de $1.770.000, pero llegaría a $2.000.000 con el ajuste que se debatirá la semana próxima en la reunión del Consejo del Salario.
Ese nuevo gravamen tendrá una alícuota progresiva sobre el excedente, que va de 27% a 35%, y que se actualizará con el valor del salario mínimo dos veces por año.
Así, sólo pagarán Ganancias 88.000 contribuyentes, menos del 1% del total de las remuneraciones, jubilaciones y pensiones, de acuerdo con los cálculos oficiales.
El proyecto no incluye a cargos de alta responsabilidad en empresas, como directores de sociedades anónimas, CEOs, gerentes y subgerentes. También se excluyen las pensiones de privilegio y funcionarios políticos.
Para los empleados en relación de dependencia, jubilados y pensionados que vivan en las provincias de La Pampa, Río Negro, Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido bonaerense de Patagones, habrá un tratamiento especial.
El primer diputado en tomar la palabra una vez iniciada la sesión fue el oficialista Carlos Heller, quien defendió el proyecto para reformar Ganancias: «Las políticas públicas deben apuntar a que los que más tienen aporten para resolver la situación de los que menos tienen. Es un proyecto virtuoso», dijo.
Por su parte, el opositor Luciano Laspina, de JxC, criticó la medida por «electoralista» y sostuvo que «la campaña electoral de Massa es la más cara del mundo», en referencia a su costo fiscal, en tanto que señaló que por la emisión monetaria se pone en marcha al país hacia «una hiperinflación».
El también economista definió esta clase de medidas como las de «un Gobierno en retirada», detalló que «es una ley que beneficia a 800 mil tipos, y perjudica a 47 millones de argentinos poniendo al país al borde de la hiperinflación».
Además consideró que el proyecto «es una concesión a los jerarcas sindicales», mientras que agregó: «Lo que estamos votando es inmoral».
Poco después, su par de Unión por la Patria, Sergio Palazzo, de extracción sindical ya que lidera el gremio Asociación Bancaria, reividicó el proyecto y le contestó a Laspina por lo que dijo de la campaña de Massa.
«La de Massa no es la campaña más cara del mundo, la de Macri fue la mas cara porque había 43 mil millones de dólares en las reservas y cuando se fue dejaron 23 mil», sostuvo el gremialista.
Y agregó: «Celebro ser del espacio político que va a lograr lo que el ex presidente Macri incumplió, que es que ningún trabajador pague Ganancias. Veo que algunos están preocupados por el impacto fiscal. ¿Eso es porque es para los trabajadores? Porque no estaban tan preocupados cuando bajaban las retenciones».
A su turno, el diputado y candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, adelantó su voto a favor del proyecto impulsado por Massa, al señalar que «los impuestos son un robo y cualquier iniciativa que conste de bajarlos voy a estar de acuerdo».
«Los impuestos son una rémora de la esclavitud, bajarlos es devolver libertad a los ciudadanos. Es un delirio descomunal tratar al salario como ganacia, es inmundo, y tiene que ser eliminado», insistió el libertario.
Sobre el contexto en el que se presenta este proyecto, Milei agregó que el Gobierno «va intentar sacar un rédito electoral, van a creer que la gente es tonta, es subestimada por la casta política, pero está reaccionando y entendiendo de que se trata esto».
Myriam Bregman, del bloque del Frente de Izquierda-Unidad, anunció el voto a favor de su espacio al proyecto y criticó al oficialismo, a JxC y a Milei.
«Acá hay un reconocimiento del fracaso: el salario cayó el 42% y no vimos la fuerza de los sindicalistas en la calle que tendrían que haber estado defendiendo», dijo sobre los primeros, mientras que de los segundos sostuvo que «cuando es el bolsillo de los trabajadores les agarran las ganas de cuidar las arcas del Estado».
Y, aludiendo a Milei, agregó: «Sí hay que meterse con los banqueros, las cerealeras, los que se la vienen llevando en pala. Ya hubo un gobierno que sostuvo la teoría del derrame, el menemismo». Posteriormente tomó la palabra José Luis Espert, de JxC, dijo que la iniciativa «no es una baja de impuestos, es una estafa electoral que se pagará con inflación porque no está balanceada con baja de gasto público».
«Cuesta la friolera de $375 mil millones, acompañada de otras medida de más emisión. Si se la vota, vamos a estar instaurando el Día Nacional de la Hiperinflación», cerró.
Graciela Camaño (Identidad Bonaerense) respaldó el proyecto al tomar la palabra porque «el salario nunca debió estar en ninguna cuarta categoría, esa es la virtud que tiene esta legislación».
El oficialista Marcelo Casaretto apuntó contra Cristian Ritondo, jefe de bancada del PRO, por haber retrotraído su voto, luego de pedirle a Massa que «presente el proyecto» para poder votarlo. «Acá está el proyecto que pedían y lo venimos a votar», insistió el entrerriano.
Al ser aludido, Ritondo pidió la palabra y le respondió al entrerriano: «Cuando anuncia un Gobierno que va a enviar un proyecto uno interpreta que lo va a hacer con la lógica del equilibrio que había anunciado cuando subió el ministro Massa», contestó.
«Esto como si alguien le dice ‘te voy a regalar un auto’ y cuando viene y preguntas por los papeles y te dicen ‘lo choreamos en la esquina’», agregó.
El diputado de JxC Martín Tetaz denunció «un pacto político entre Javier Milei y Sergio Massa». «Hoy tenemos la confirmación de que Milei va a votar en contra de sus palabras y se está viralizando un video en el cual Milei dice que votar una baja de impuestos sin una baja del gasto que la acompañe es demencial. Acaba de decirnos que va a votar con Sergio Massa una baja de impuestos que es demencial», remarcó.
El radical Marcos Carasso, a su turno, se cruzó a los gritos con los sindicalistas que desde los palcos lo abucheaban: «Ustedes no represetan a la gente, se represetan a ustedes», disparó.