El diputado nacional del Frente de Todos por Córdoba, Eduardo Fernández detalló la crítica situación provincial en materia de deuda en moneda dura y le apuntó al gobernador Juan Schiaretti por duplicar la deuda con el aval del expresidente Mauricio Macri entre 2015 y 2019.
«Hace tiempo vengo sosteniendo que el modelo económico de Schiaretti se basa en favorecer a unos pocos en perjuicio de muchos.
Su gestión de la deuda provincial es un eje central en el sistema de reparto inequitativo durante estos últimos 8 años», señaló Fernández.
Los grandes beneficiados de las políticas de Schiaretti han sido los sectores económicos concentrados: agroindustria, desarrolladores inmobiliarios y sus socios de la obra pública.
Mientras tanto, cordobeses y argentinos, discutimos de dónde sacar los dólares para pagar ese festín.
Entre 2015 y 2019, Schiaretti duplicó la deuda provincial en dólares con el visto bueno del por entonces presidente Mauricio Macri.
Hoy, por cada 100 pesos que gasta la provincia 7 van a pagar esa deuda, en una provincia donde el 40% de sus habitantes es pobre.
El 97% de la deuda provincial está en moneda extranjera, por lo que su devolución requiere de dólares. Es aquí cuando el endeudamiento irresponsable amenaza no solo a la economía provincial sino también a la nacional y la estabilidad macroeconómica.
Este 2023 la provincia habrá gastado 535.6 millones de dólares para honrar sus deudas, lo que representa el 34% de los dólares que necesitan todas las provincias de la Argentina para pagar deuda este año, razón por la cual el caso de Córdoba es tan relevante.
En el actual contexto de escasez, que una provincia se lleve un tercio de los dólares requeridos para todas deudas provinciales, pone en jaque al federalismo y la equidad.
Por esto la necesidad de que hasta tanto se normalicen los ingresos por comercio exterior, se hace necesario que las provincias enfrenten al menos parte de sus pagos con dólares propios.
La medida, propuesta por el Banco Central y ahora judicializada, fue realizada en conocimiento de que cuentan con los recursos para hacerlo.
En un país federal, donde las divisas son escasas y representan un bien común vital para el desarrollo, el compromiso de la estabilidad macroeconómica debe ser asumido por todos los niveles de gobierno.