El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer en la tarde del miércoles el índice de inflación que arrojó un 6,6% en febrero y una variación interanual del 102,5%, la más alta desde 1991.
Según se desprende del informe, el aumento de Alimentos y bebidas no alcohólicas (9,8%) fue lo que más incidió en todas las regiones. Dentro de este rubro se destacó la suba de los precios de la carne, que pondera un 10% del total.
En este sentido, desde Economía aseguraron que, si se observa el índice sin considerar las circunstancias inercialestales como los efectos de la crisis climática – sequía, heladas, ola de calor -, la brecha cambiaria, los ajustes salariales y la estacionalidad de los productos, la inflación sería menor.
“El de hoy es un mal dato que impacta la economía. Pero si tomamos el índice sin considerar el precio de la carne, la inflación rondaría el 6%. Los efectos de la sequía y el cambio del ciclo ganadero disminuyeron la oferta e impactaron negativamente en los precios”, señalaron.
En relación a la pauta del 60% para 2023, aseguraron que, a pesar del revés de febrero, el objetivo continúa firme y que el foco está puesto en una política fiscal restrictiva con la implementación de una política monetaria acorde: “Se está trabajando para que la inflación dé cerca del 4% mensual”.
Por otra parte, destacaron que los acuerdos de precios “funcionan bien” y se encuentran en un “nivel de cumplimiento del 98%”.
En línea con esto, indicaron que “en febrero se combinaron una serie de elementos que impactaron en los precios. Se excluyó parte de la canasta que tenía precios fijos y se incorporaron otros productos con aumentos del 9%. En marzo se debería notar más la estabilización del programa, porque ya no hay productos que salen. Durante este mes, el incremento promedio debería ser 3,5% aproximadamente”.
Asimismo, afirmaron que están dialogando con más de 600 empresas para expandir los convenios a los comercios de cercanía, a fin de acortar la brecha de demanda con los supermercados.
“Sabemos que los acuerdos de precios no resuelven el problema de la inflación, pero intentan desindexar la economía”, concluyeron.