El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la revisión del segundo semestre, adelantó que se cumplieron las metas cuantitativas pertinentes del programa a fines de septiembre, incluidas las de reservas internacionales netas y el financiamiento monetario del déficit fiscal, y habilitó el desembolso de US$ 3.800 millones.

«La decisión del Directorio permite un desembolso inmediato de DEG 3.000 millones (alrededor de US$ 3 800 millones), lo que eleva los desembolsos totales en virtud del acuerdo, a aproximadamente US$ 17.500 millones», señaló la entidad que encabeza Kristalina Georgieva.

«Al completar la revisión, el Directorio Ejecutivo evaluó que las acciones decisivas recientes fueron fundamentales para estabilizar los mercados, restablecer la confianza y asegurar objetivos cuantitativos clave, incluido el límite mínimo para las reservas internacionales netas a fines de septiembre y el límite máximo para el financiamiento monetario del déficit fiscal. La Junta también aprobó dispensas de incumplimiento de los criterios de desempeño contínuo, relacionados con las restricciones cambiarias y las prácticas de múltiples monedas», explicaron en un comunicado de prensa.

El acuerdo EFF de Argentina, a 30 meses, con acceso a DEG 31.914 mil millones (equivalente a US$44 mil millones, o alrededor del 1000 por ciento de la cuota), fue aprobado el 25 de marzo de 2022. 

«El programa de las autoridades respaldado por el FMI brinda a la Argentina apoyo presupuestario y de balanza de pagos, que está vinculado a la implementación constante y continua de políticas programáticas, destinadas a fortalecer las finanzas públicas, abordar la inflación alta persistente, impulsar la acumulación de reservas y sentar las bases para un desarrollo sostenible e inclusivo. crecimiento económico», agrega.

“En respuesta a las disrupciones del mercado de mediados de 2022, el nuevo equipo económico de Argentina adoptó medidas correctivas decisivas que están comenzando a restaurar la confianza y la credibilidad política. Se necesitarán políticas macroeconómicas prudentes y una implementación firme del programa para abordar la situación aún frágil, fortalecer la estabilidad y lograr los objetivos del programa respaldado por el Fondo de las autoridades, que sigue siendo un ancla macroeconómica clave», expresó Georgieva.

“Lograr los objetivos de déficit fiscal primario, del 2,5 % del PIB en 2022 y del 1,9 % del PIB en 2023, es fundamental para moderar el crecimiento de las importaciones, acumular reservas, fortalecer la sostenibilidad de la deuda y reducir, aún más, la dependencia del financiamiento del déficit por parte del banco central. Esto requerirá controles de gasto más fortalecidos y una mayor eficiencia de los subsidios y el gasto social, lo que a su vez crearía espacio para proyectos de infraestructura energética crítica y asistencia dirigida a los vulnerables», aseguró.

Además indicó que “la implementación continua y resuelta del marco de política monetaria es esencial para mantener tasas de interés reales positivas y abordar la persistente alta inflación. Hacerlo también alentará la demanda de activos en pesos, aumentará la competitividad externa y aumentará las reservas. Si bien las medidas cambiarias específicas pueden respaldar temporalmente la balanza de pagos, no reemplazan una política macroeconómica sólida. Como tal, las restricciones cambiarias y las prácticas de monedas múltiples deben eliminarse a medida que las condiciones lo permitan y la cobertura de reservas se fortalezca».

Por otro lado, advirtió que “sigue siendo necesario un enfoque proactivo de gestión de la deuda, junto con políticas macroeconómicas prudentes, para movilizar el financiamiento en pesos nacionales y mitigar los riesgos de refinanciamiento. También se necesitan esfuerzos continuos de buena fe, de todas las partes, para asegurar una reestructuración exitosa de la deuda del Club de París. Garantizar que los socios internacionales cumplan con los compromisos de financiación también es fundamental para respaldar los objetivos clave del programa».

“La agenda de reformas estructurales sigue siendo fundamental para abordar desafíos económicos profundamente arraigados. Se necesita un progreso continuo para fortalecer la gestión financiera pública, la transmisión monetaria y las finanzas del banco central, así como los marcos para combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero. Del mismo modo, los marcos regulatorios fuertes y estables pueden ayudar a impulsar el potencial de exportación de Argentina en sectores clave, incluida la energía», indicó la funcionario del organismo internacional de crédito.

“En medio del entorno global desafiante y los riesgos internos en curso, la implementación resuelta del programa y la formulación ágil de políticas son fundamentales para cumplir los objetivos y asegurar la estabilidad. Un amplio apoyo político para las políticas del programa sigue siendo esencial en el período que se avecina”, concluyó. (NA)

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