Tanto en su programa de LN+ el canal de Macri, como en el diario La Nación, donde Carlos Pagni escribe dos columnas semanales, el periodista lanzó munición pensada contra el expresidente, Mauricio Macri, su operador judicial Daniel Angelici y el alcalde porteño con pretensiones presidenciales, Horacio Rodríguez Larreta. ¿A qué juega Pagni?… solo él lo sabe.
Hubo elecciones en Italia en las que se presenta una lista de italianos del exterior, apadrinada por Daniel Angelici, una figura central de Juntos por el Cambio a quien Macri le ha confiado históricamente las relaciones con la Justicia. Como todos sabemos se dedica al juego, tiene bingos, viene de esa industria. En la lista de argentinos italianos que aspiraban a pertenecer al Congreso italiano, iba como postulado a primer candidato Eugenio Sangregorio, también binguero. Pero un argentino italiano, de apellido Borghese y originario de Córdoba, descubrió que había una cantidad de boletas provenientes de la Argentina que tenían un problema de ortografía. En vez de decir “deputati”, como se dice en italiano el plural de diputados, decía “Elezione della Camera dei Diputati”.
Comete un error Angelici por no pagar un traductor. Por ahorrar. Y le descubren que, por una falta de ortografía, estas boletas son fraudulentas. Es decir, fuimos a exportar el fraude a Italia, donde de fraudes y mafias también saben. ¿Qué es lo grave de todo esto? El problema es que el señor Angelici, que viene de hacer fraude en las elecciones italianas, es el principal garante del nuevo juez electoral que pone Rodríguez Larreta en la Capital Federal para decidir las elecciones porteñas. Primer juez electoral que va a tener la Justicia porteña porque, hasta este momento, las elecciones se dirimían en el Tribunal Superior de la Ciudad. Ahora va a haber un juez electoral, que es el juez Roberto Requejo, avalado por Angelici, que viene de hacer fraude, pero va a ser ahora el garante de la transparencia, de la pureza del sufragio.
Obviamente detrás de esto están Larreta y Macri. Suponemos que están todos los líderes de Juntos por el Cambio. Nadie ha discutido esto. En la interna de Juntos por el Cambio, donde se enfrentan Jorge Macri -que empieza a tener problemas que también tendría que resolver Requejo por no contar con domicilio en la Ciudad- y Martín Lousteau, ninguno de los dos se queja tampoco. Los dos son amigos del binguero. Ambos están conformes con el juez puesto por el señor Angelici, que dice “diputati” y deja los dedos pegados en el fraude. Todo esto, muy probablemente, no se pueda discutir porque estamos mirando desde el otro lado. Obviamente, el kirchnerismo tiene muchísimos peores antecedentes en materia institucional que Juntos por el Cambio. Pero da la causalidad de que Juntos por el Cambio pelea el voto en función de una modernización que, en algún momento, tendrá que discutirse. Sobre todo, a nivel inteligencia y Justicia.