La polémica por el operativo de seguridad montado el fin de semana pasado en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, sigue sumando capítulos e instancias judiciales, ya que una dirigente del Frente de Todos denunció que la Policía de la Ciudad portaba municiones de plomo, algo que está prohibido durante el accionar en manifestaciones.
La encargada de dar a conocer la situación fue la legisladora porteña Ofelia Fernández, quien describió que «durante la concentración del sábado a un policía de primera línea se le cayó un estuche con 28 balas de plomo y dos cargadores».
«La ley de la Policía de la Ciudad es muy clara: en el capítulo 5, sobre el Uso de la fuerza directa en concentraciones públicas, establece que el personal policial no está autorizado a la portación de armas de fuego y municiones de poder letal», remarcó la dirigente del Frente Patria Grande.
A través de su cuenta de Twitter, la edil mostró imágenes de las municiones y los cargados y señaló que la situación da cuenta de «la profunda ilegalidad de la que estuvo teñido todo el operativo policial» en la zona de Uruguay y Juncal, en el barrio porteño de Recoleta.
«Cargaban balas de plomo y encima se les caen al piso. Es decir, lejos de garantizar la seguridad de nadie, estaban garantizando que sea un episodio de peligro para la mayoría», ironizó Fernández.
Y concluyó: «Tienen que dar algunas explicaciones, porque pasan los días, Horacio, y seguridad, paz social, tres carajos:pusieron a la Policía a cumplir tareas netamente políticas y de manera muy irresponsable».
Los dos cargadores de 9mm y las municiones fueron entregados en la sede central de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) «para su resguardo provisorio» hasta que la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ilícitos relacionados con Armas de Fuego, Explosivos y demás Materiales Controlados o la autoridad judicial competente «disponga el destino final del material». (NA)