Manifestantes que avanzaron sobre el vallado montado por la Policía de la Ciudad en la esquina de Juncal y Uruguay, frente a la residencia de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, fueron brutalmente reprimidos por efectivos de la fuerza de seguridad porteña que lanzó gases lacrimógenos y avanzó co. carros hidrantes para intentar evitar la manifestación en apoyo a la vicepresidenta .

Pese a que los miembros de la Guardia de Infantería intentaron mantener la restricción, la gran cantidad de gente presente en el lugar hizo que fuera imposible lograrlo, por lo que la militancia burló el cordón policial y pudo llegar hasta el frente del edificio en el que reside la ex presidenta.

Sin embargo, en otra de las vallas la actitud policial fue diferente y procedió a utilizar el carro hidrante y gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la gente.

Ante la brutal represión, el periodista Ezequiel Guazzora resultó lastimado con una profunda herida en la cabeza.

«Las vallas colocadas por el Sr. Larreta son algo más que impedir la libre circulación. Son algo más que sitiar a la Vicepresidenta de la Nación. Quieren prohibir las manifestaciones de amor y de apoyo absolutamente pacíficas y alegres, que tienen lugar ante la ya inocultable persecución del partido judicial«, remarcó más temprano la ex jefa de Estado.

El Gobierno porteño explicó que la medida se iba a extender todo el fin de semana con el objetivo de limpiar la zona tras una semana de concentraciones en respaldo a la vicepresidenta.

Previo al operativo, el kirchnerismo tenía planeado realizar una serie de actos en distintos puntos del país en respaldo a Cristina Kirchner: en la Ciudad de Buenos Aires los lugares iban a ser Parque Lezama y Parque Chacabuco.

Sin embargo, ante la sorpresiva instalación del vallado, las organizaciones más cercanas a la titular del Senado decidieron movilizarse hacia la esquina de Juncal y Uruguay, para desafiar la medida del Gobierno porteño.

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