Luego de conocerse el dato de la pobreza que llegó al 37,3% en el segundo semestre del año pasado, Sergio Massa salió a pedir unidad en el Frente de Todos y que haya un mayor diálogo con con la oposición para mejorar la situación de los argentinos. El titular de la Cámara de Diputados advirtió a a la prensa que «es un momento en el que debemos enfocarnos en resolver problemas. Inflación, trabajo, desarrollo federal, tecnología aplicada a la educación, esos deben ser nuestros temas centrales».
El exintendente de Tigre consideró que «es clave para resolver los problemas, un gobierno unido trabajando en resolver los problemas y dialogando con la oposición en la construcción de políticas de Estado, que superen el amigo enemigo y que le den esperanza de que hay futuro a los argentinos».
En ese marco, el presidente de la Cámara baja insistió ayer en que se alcancen consensos con los demás espacios políticos y se haga «una Moncloa argentina», una propuesta que fue planteada tanto ante empresarios y sindicalistas en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y más tarde ante ONG’s, dirigentes oficialistas y opositores en el encuentro de CONCIENCIA.
La convocatoria formal a la mesa de diálogo se haría pública durante los primeros días de abril.
Lo inexplicable en este sentido es que Massa solo logró un consenso mayoritario con Juntos por el Cambio en lo que fue una legitimación del mayor endeudamiento del que se tenga memoria. Fue el gran articulador para sacar la ley que permitió al Gobierno lograr un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional con el objetivo de refinanciar los 45 mil millones de dólares que Mauricio Macri tomó para su reelección -que no fue- y que, como era de esperar, el conjunto hoy opositor voto a cuatro manos, salvo por el diputado López Murphy, que no pertenecía a la gestión endeudadora.
Así pues, el tigrense envalentonado piensa que logrará acordar políticas de Estado con los que hundieron al país y que ahora pretenden volver a gobernar para «hacer más rápido lo que les faltó en el primer tiempo».
Según dejaron trascender desde la presidencia de Diputados el planteo de Massa abarcará cinco ejes claves como transformación de planes sociales por planes empleo, cadena de valor del litio, aumento de las exportaciones, medioambiente y lucha contra el narcotráfico.
En la carta que prepara Massa, que publicará en los próximos días, también incentivará a los presidentes de los distintos bloques que hagan sus propuestas para aportar. Además, el líder del Frente Renovador convocará a crear un ámbito en el Congreso que se eleve por sobre las discusiones cotidianas.
«Vamos a avanzar y retroceder sistemáticamente. Por eso, estos 40 años de Conciencia y de democracia, nos tienen que obligar a que nos comprometamos para que este año nos podamos sentar a la mesa y definir 5 o 10 políticas de Estado para todos los argentinos«, manifestó Massa sobre la división que existe en la política.
Este llamado está relacionado al acercamiento que hubo entre el oficialismo y la oposición por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional hace algunas semanas que denostó un avance significativo para llevar a cabo consensos sobre cuestiones importantes para el país.
La pretensión de Massa parece estar avalada por el presidente Alberto Fernández. Este marte, el mandatario también habló del tema. Dijo que hay que «darle una oportunidad al diálogo» para construir una realidad distinta «en un país lleno de urgencias», y consideró que el mayor problema que tiene la Argentina es la inflación que impide que la «distribución sea más justa», al encabezar la presentación de la Agenda Temática Federal y Productiva para este año del Consejo Económico y Social (CES) en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
La pregunta que subyace es, ¿Massa realmente piensa que puede lograr consensos con Cambiemos o está preparando el terreno para 2023?. La respuesta a este interrogante no tardará en revelarse.