El bridge de contrato, más conocido simplemente como bridge, es un juego de naipes de cuatro jugadores formando parejas, que consiste en que en cada ronda una de las parejas debe ganar como mínimo un número de bazas (4 cartas que cada jugador ha servido de su propio mazo), por turno de juego. previamente acordado en una subasta entre los jugadores. El resultado de la subasta se considera un contrato entre ambas parejas por el cual si la pareja que haya anunciado el contrato final consigue cumplirlo -consigue el mínimo de bazas acordado-, se lleva los puntos, mientras que si no consigue cumplirlo -no consigue el mínimo de bazas acordado-, los puntos se los lleva la pareja rival.

Al bridge se juega con baraja francesa de 52 cartas y se juega por parejas. Si bien las reglas del juego son relativamente sencillas de aprender, para encontrar el mejor contrato para jugar, los jugadores de bridge han desarrollado complejos sistemas de subasta que permiten a los jugadores de un mismo equipo intercambiar información, por ejemplo sobre el número de cartas por palo, y sobre su fuerza de juego. Esos sistemas de subasta son a menudo difíciles de entender para los principiantes.

El juego tal y como lo conocemos hoy en día se debe al multimillonario norteamericano Harold S. Vanderbilt, quien en 1925 lo reglamentó adaptándolo a las exigencias de unificación de criterios. Estas reglas fueron aceptadas por todos los países donde de una u otra forma se practicaba. Años después, también por iniciativa de Vanderbilt, se funda la Federación Mundial de Bridge y se celebra, de forma oficial, el primer Campeonato del Mundo.

El Bridge, juego de cartas y deporte olímpico - YouTube

Reglas básicas

El bridge es un juego de cuatro jugadores formando dos parejas. Cada jugador se sienta en la silla opuesta a la de su compañero, identificándose a los jugadores según los puntos cardinales: Norte y Sur, una de las parejas y Este y Oeste, la otra. El orden de reparto, de la subasta y del juego es siempre en el sentido de las agujas del reloj.

Se juega con un mazo normal de baraja francesa con 52 cartas y es costumbre tener dos mazos a mano, mientras alguien da con uno su compañero mezcla el otro y lo deja preparado para la mano siguiente. En cada mano, uno de los jugadores reparte todas las cartas, trece a cada uno, de una en una, comenzando con el jugador a la izquierda del dador. El juego tiene dos partes principales: el remate (también llamado subasta) y el carteo (donde se juegan las cartas). El remate es la primera parte de una partida, que se realiza después de repartir todas las cartas. Sin embargo se debe aprender primero el carteo, porque dará un mejor sentido al significado del remate.

El carteo (o fase de juego)

El carteo es la fase en la que se juegan las cartas y se desarrolla después del remate o subasta. Sin embargo, es la fase en que primero se deben aprender las reglas, ya que durante el carteo la pareja que ha ganado el remate debe cumplir el contrato, es decir, ganar el número de bazas al que se haya comprometido.

En el carteo todos los palos son iguales, a menos que un palo haya sido designado como triunfo. En ese caso, ese palo gana a todos los demás. Los palos se designan a veces con sus símbolos o con sus iniciales: picas (P, ♠), corazones (C, ♥), diamantes (D, ♦) y tréboles (T, ♣). Los nombres en idioma inglés son: spades (S), hearts (H), diamonds (D), y clubs (C). Las cartas tienen jerarquías, desde el As (la más alta) hasta el dos (la más baja), con el siguiente orden: A (as), K (rey), Q (dama, reina), J (jack, valet, jota), 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2.

El objetivo en el carteo del bridge es ganar bazas. Una baza consiste en las cuatro cartas, una de cada jugador en su turno, jugadas en la mesa en una tirada. Por lo tanto, hay trece bazas en cada mano. En la primera jugada de cada baza, el jugador puede jugar cualquier carta de su mano. Después de la salida los siguientes tres jugadores deben seguir el palo (jugar el mismo palo de la salida), si es posible. Si un jugador no puede seguir el palo, puede jugar cualquier otra carta de su mano. Excepto por la obligación de seguir el palo, el carteo es de libre elección. En algunos juegos, como el tute, es obligación intentar ganar la baza; en bridge no es así, pudiendo jugarse cualquier carta, incluso de inferior valor, con la única obligación de seguir el palo si es posible. Si no es posible seguir al palo de salida, tampoco hay obligación de jugar al palo triunfo. En cada baza gana la carta más alta del palo de salida, salvo si la baza contiene cartas del palo triunfo, ganando en ese caso la carta más alta del palo triunfo. El jugador que ganó la baza tiene la salida para la baza siguiente, hasta completar las trece bazas.

El remate (o subasta)

La fase del remate, también conocida como subasta, comienza en cada ronda una vez que se han repartido todas las cartas entre todos los jugadores. Cada ronda es dada por un jugador. El jugador dador es la primera voz, continuando el resto cada uno en su turno. Cada jugador puede pasar o puede declarar cuantas bazas cree que puede conseguir ganar sobre el mínimo obligatorio -el mínimo de bazas a ganar es de 6, siendo necesario declarar al menos 1 más para ganar la partida-, y que palo quiere como triunfo, pudiendo elegir sin triunfos. Si hay una declaración anterior de otro jugador, se debe realizar una declaración que mejore a la anterior para que sea válida, lo que sucede cuando se indica el mismo número de bazas con triunfos de rango superior, o cuando se indica un número mayor de bazas con cualquier triunfo. El rango de los triunfos de mayor a menor es sin triunfos (ST), picas ♠, corazones ♥, diamantes ♦ y tréboles♣.

Por ejemplo, si un jugador declara 1 corazones (1 baza más sobre el mínimo de 6, con corazones como triunfos), el siguiente jugador puede pasar, o declarar el mismo número de bazas con un triunfo superior (picas o sin triunfos, pero no tréboles o diamantes), o declarar un número de bazas superior con cualquier palo como triunfo. La declaración máxima que puede realizar un jugador sería 7 sin triunfos, es decir, ganar las 13 bazas (el mínimo de 6 más las 7 bazas declaradas) sin ningún palo como triunfo. El número de posibles declaraciones es de 35.

En la subasta, los bandos compiten para determinar quien propone el contrato de mayor altura, y la pareja que gana la subasta debe cumplir con el contrato, es decir, ganar el número de bazas contratadas para obtener puntos. Cuando tras una declaración de un jugador el resto de jugadores pase, la última declaración válida pasa a ser el contrato. Si el bando que ganó la subasta (los declarantes) cumple el contrato, gana puntos. Por el contrario, si ganan menos de la cantidad de las bazas prometidas, los puntos son para los adversarios (los defensores). Si los cuatro jugadores pasan en el primer turno sin que haya una declaración inicial por ninguno de los jugadores, se juntan todas las cartas y el mismo jugador que ha dado antes reparte las cartas de nuevo para jugar la misma mano.

Durante la subasta no está permitido que los jugadores comenten las cartas que tienen. Sin embargo, para encontrar el mejor contrato los jugadores han desarrollado sistemas de subasta que permiten a los jugadores de un mismo equipo intercambiar información, por ejemplo sobre el número de cartas por palo, y sobre su fuerza de juego. Desgraciadamente, esos sistemas de subasta son a menudo difíciles de entender para los principiantes.

El declarante y el muerto

Una vez finalizado el remate, y como consecuencia de él, la pareja que ha ganado la subasta será quien «juegue» la mano; esto es, ese bando estará comprometido a cumplir el contrato y ganar las bazas declaradas. La otra pareja, los defensores, tratarán de evitarlo.

El jugador que, para su bando, primero nombró el palo (o sin triunfo) del contrato será el declarante. Por ejemplo, si un jugador declara 1 sin triunfos y posteriormente el otro miembro de la pareja declara 3 sin triunfos resultando ser esta declaración el contrato a cumplir, el declarante será el primer miembro de la pareja en haber nombrado sin triunfos. El compañero del declarante es el muerto. Los dos restantes jugadores serán los defensores.

El jugador a la izquierda del declarante es quien hace la primera salida. Una vez jugada la primera salida, las cartas del muerto se colocan entonces sobre la mesa, caras arriba, ordenadas por palos, para que todos los jugadores las vean. El muerto no participará del carteo durante esa mano, siendo el declarante quien debe jugar las cartas de su mano y del muerto, en ambos casos cuando sea el turno correspondiente.

El jugador que es muerto puede advertir al otro jugador que es posible que esté infringiendo alguna de las reglas. Por ejemplo, si la salida fue trébol y el declarante juega picas, el muerto puede preguntar «¿no tienes tréboles?» para evitar un renuncio (no seguir el palo cuando tiene cartas con qué hacerlo).

(Wikipedia)

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