Varios legisladores de Juntos por el Cambio, en particular los del PRO, abandonaron el recinto luego que el poreisdente de la Nación, Alberto Fernández señalara la responsabilidad del macrismo en el fenomenal endeudamiento que dejó de rodillas a la Argentina-.

«En el año 2018 el entonces presidente Mauricio Macri, decidió endeudar a la Argentina con el Fondo Monetario Internacional, por un monto total de 57 mil millones de dólares».

Conocimos esa decisión a través de un discurso transmitido en cadena nacional. El Congreso Nacional no autorizó ese endeudamiento ni fue consultado respecto de las obligaciones que el Estado Nacional asumía al tiempo de tomar la deuda.

El dinero que ingresó de ese préstamo no fortaleció las reservas del Banco Central porque fue enteramente utilizado para pagar deuda externa insostenible y financiar la fuga de capitales. No quedó nada del dinero recibido en Argentina. Ni un puente ni una carretera. Sólo nos quedó una deuda externa impagable.

Los compromisos asumidos en 2018 eran definitivamente incumplibles teniendo en consideración el desmadre que la economía mostraba. Téngase en cuenta que tan solo en este ejercicio 2022, Argentina se comprometió a pagar en concepto de capital e intereses la suma de 19 mil millones de dólares. Y se comprometió a pagar una suma aún mayor el año próximo. Estoy hablando de cifras que no tienen precedentes en la historia universal de la economía moderna.

Al acceder al gobierno renuncié a recibir alrededor de 12 mil millones de dólares que restaban desembolsarse a efectos de no hacer crecer aún más semejante deuda con el Fondo Monetario Internacional. Mientras tomé esa decisión, di inicio a una serie de negociaciones tendientes a refinanciar la deuda con ese organismo.

El 10 de diciembre de 2019, al asumir como Presidente de la Nación, me referí con estas palabras al tema de la deuda externa frente a esta Asamblea Legislativa:

“Vamos a encarar el problema de la deuda externa. No hay pagos de deudas que se puedan sostener si el país no crece. Tan simple como esto: para poder pagar hay que crecer primero. Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el Fondo Monetario Internacional y con nuestros acreedores. Resolver el problema de una deuda insostenible, que hoy tiene la Argentina, no es una cuestión de ganarle una disputa a nadie. El país tiene la voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo”.

Lo que hemos venido haciendo y lo que voy a anunciar ahora me da la tranquilidad de que estamos cumpliendo ese compromiso.

En 2020 logramos una exitosa reestructuración de la deuda privada en moneda extranjera. Entonces, Argentina logró ahorrar al cabo de diez años más de 38.000 millones de dólares. Ahora el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el staff del Fondo Monetario Internacional para llevar adelante un programa que nos permita refinanciar la deuda con ese organismo que nos dejó el gobierno anterior y al cual nos opusimos en su oportunidad.

Estamos dando un nuevo paso en este tema, que no es el primero y no será el último.

Se trata de una deuda inmensa. Sufríamos un grave problema y necesitábamos una solución. Ahora tenemos un camino para solucionarlo.

Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un sendero que podemos recorrer. Sin acuerdo, no podremos ayudar a construir certezas.

El acuerdo que anunciamos semanas atrás sobre el marco de políticas económicas es el mejor acuerdo que el gobierno de la Argentina podía conseguir. Me hubiera gustado que el gobierno anterior no hubiera recurrido en 2018 al FMI y muchos menos en las condiciones que ya describí.

Pero esto es lo que sucedió y trabajé desde el primer día de mi presidencia para encontrar una solución. Con el entendimiento que logramos, podemos ordenar el presente y construir un futuro.

Antes, a modo de chicana, la alianza opositora llenó el Congreso de banderas ucranianas para la apertura de las sesiones ordinarias y para cuestionar la postura del Gobierno ante la invasión rusa a la nación de Europa del Este.

Una gran bandera azul y amarilla y pequeños carteles con los mismos colores pegados delante de las bancas fueron la forma en que los legisladores mostrarán su descontento con la política exterior de la Casa Rosada ante la avanzada bélica dispuesta por el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.

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Los diputados nacionales Fernando IglesiasWaldo WolffMario NegriCristian RitondoSilvia Lospennato y Karina Banfiy los senadores Alfredo CornejoLuis Naidenoff y Carolina Losada se retrataron junto al pabellón nacional ucraniano. Esos son los mismos que se fueron cuando les tiraron por la cabeza el desastre que dejó el gobierno de Mauricio Macri y el peso de la deuda con la que sometió al país

Tras la decisión de Rusia de invadir Ucrania, Juntos por el Cambio criticó la acción bélica y reclamó que el Gobierno se pronuncie «de manera contundente» contra el Kremlin y en respaldo a la integridad territorial de la nación europea.

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