El hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, logró completar un exitoso viaje al espacio en su propio cohete y afianzó su plan para impulsar el turismo espacial con su empresa Blue Origin. El dueño de Amazon despegó desde Texas a bordo del New Shepard por algunos minutos pudo divisar el esplendor del planeta Tierra desde el espacio exterior. A los 10 minutos, ya estaba de vuelta en el suelo estadounidense.

El multimillonario, de 57 años, fundó la compañía en 2000 con el objetivo de construir eventualmente colonias espaciales flotantes con gravedad artificial donde millones de personas puedan trabajar y vivir. El cohete New Shepard había realizado anteriormente 15 vuelos sin tripulación para ponerlo a prueba y testear sus mecanismos de seguridad.

Este martes, con todas las miradas puestas en el dispositivo, la cápsula se separó de su propulsor y, una vez arriba, los astronautas se desabrocharon y experimentaron la ingravidez durante unos tres minutos. La nave espacial alcanzó su punto máximo a 106 km de altitud, lo que permitió a los miembros de la tripulación admirar la curvatura del planeta y la oscuridad del resto del universo.

El propulsor regresó de forma autónoma a una plataforma de aterrizaje justo al norte de su lugar de lanzamiento, mientras que la cápsula volvió a la Tierra en caída libre con tres paracaídas gigantes y, finalmente, un propulsor, para un aterrizaje suave en el desierto.

Después de aclimatarse durante unos minutos, Jeff Bezos salió del New Shepard y, rodeado de periodistas, celebró el logro. El histórico hecho fue transmitido en vivo por la compañía Blue Origin, que apuesta a continuar con su intención de impulsar el turismo espacial.

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